El Supremo de EEUU avala la reforma sanitaria de Obama

El Alto Tribunal considera constitucional el texto, que pretende que a partir de 2014 la mayoría de los ciudadanos cuente con cobertura médica. Los republicanos intentarán revocarla.

Efe

Washington, 28 de junio 2012 - 17:26

El Tribunal Supremo de Estados Unidos declaró constitucional la reforma sanitaria del presidente Barack Obama, que pretende que a partir de 2014 la mayoría de los estadounidenses cuente con cobertura médica. El jefe del Supremo, John Roberts, inclinó la balanza, 5 a 4, al unirse a los miembros más liberales, lo que permitirá que siga adelante la obligación de contratar un seguro médico privado, el polémico mandato individual.

La publicación de la sentencia ha venido rodeada de una gran expectación, y una confusión inicial, toda vez que los jueces del Supremo consideraron inconstitucional el argumento del mandato individual bajo la Ley federal de Comercio. Los jueces consideraron que esa ley no autoriza al Congreso a imponer a todo ciudadano la obligación de contratar un seguro. Pero el Supremo indicó que el mandato puede mantenerse sobre la base de otra ley, la impositiva, considerando que las multas previstas contra quienes rehúsen contratar un seguro pueden ser consideradas en realidad un impuesto. Así pues, el Congreso deberá ajustar aspectos técnicos de la ley para que la obligación sea caracterizada como un impuesto.

La compleja sentencia del Supremo supone una victoria para el Gobierno de Barack Obama, ya que la legislación ha resultado avalada por los jueces. La sentencia, aunque rechaza detalles, mantiene viva en su sustancia la importante reforma sanitaria impulsada por Obama en sus puntos clave. El mandato individual, que tenía que entrar en vigor en 2014, imponía una multa a todos aquellos que se negasen a contratar un seguro médico privado.

Asimismo, el Supremo ha declarado constitucional la expansión de la cobertura pública del Medicaid para los más desfavorecidos, aunque restringe los poderes del Gobierno federal para sancionar financieramente a los estados que no cumplan con la expansión de este programa social. El Supremo considera que no se puede retener la totalidad de los fondos de este programa a aquellos estados que se nieguen a ampliar sus servicios médicos a las familias de bajos ingresos.

La dividida votación de los nueve jueces del Supremo avala la potestad del Congreso para requerir a los estadounidenses que adquieran un seguro médico, algo que era utilizado por los adversarios de la reforma como principal argumento en contra. El objetivo de la reforma sanitaria de Obama es que el sistema sanitario se abarate, al incorporar a casi la totalidad de los 50 millones de ciudadanos sin cobertura médica, al tiempo que se pone orden en un sector clave para el economía del país, que representa el 18 por ciento del PIB.

Obama considera "una victoria de todos" el aval a su reforma sanitaria

El presidente de EEUU, Barack Obama, consideró "una victoria de todos" la decisión del Tribunal Supremo de avalar su histórica reforma sanitaria, y pidió que no se reabran las discusiones políticas que dividieron al país durante su tramitación. "No hice esto pensando que era bueno políticamente; lo hice pensando que era bueno para el conjunto de la nación", dijo Obama en una declaración desde la Casa Blanca, en la que recordó los beneficios que la ley aporta a cada ciudadano.

El presidente estadounidense afirmó que "es fundamental que ningún accidente o enfermedad lleve a nadie a la ruina". "La gente que tiene la capacidad de permitirse un seguro debe y tiene la responsabilidad de adquirirlo", indicó el presidente en referencia a la ley, que obliga a los estadounidenses sin cobertura a obtener un seguro médico. Insistió en que las discusiones acerca de quién ha ganado o perdido con la sentencia "equivocan el problema". "El país no se puede permitir pelear en las mismas batallas políticas. Es la hora de avanzar", subrayó.

Obama, que compareció pocas horas después de que el Supremo avalara como constitucionales las partes principales de su reforma sanitaria aprobada en 2010, recordó que a partir de ahora las aseguradoras no podrán rechazar como clientes a personas que tengan enfermedades previas. "Si es usted uno de los más de 250 millones de estadounidenses que ya tiene cobertura de salud, mantendrá su cobertura, esta ley sólo lo convierte en más seguro y más asequible", añadió. También recordó que las compañías de seguros médicos no podrán imponer límites a la curación de los asegurados y no podrán discriminar a los niños con enfermedades previas.

El presidente citó entre las ventajas que progresivamente ha generado su reforma que en la actualidad los jóvenes adultos de hasta 26 años están incluidos en las pólizas de sus padres, mientras estudian y no pueden financiarse su propia póliza, o que los jubilados paguen menos por sus medicinas. Obama recordó que los estadounidenses que aún no están asegurados podrán optar desde 2014 a "un abanico de seguros privados de calidad y asequibles". "Estoy seguro de que cuando miremos hacia atrás dentro de cinco, diez o veinte años estaremos mejor porque tuvimos el coraje de aprobar esta ley, mantenerla y seguir adelante", afirmó Obama.

Los republicanos intentarán revocar la reforma sanitaria de Obama

La oposición republicana en el Congreso de EEUU ha insistido en que tratará de revocar la reforma sanitaria del Gobierno de Barack Obama, tras conocerse la sentencia del Tribunal Supremo que avaló dicha ley. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, afirmó que su grupo intentará anular la reforma por la vía legislativa por considerar que "está perjudicando la economía" y desalentando la creación de empleos. "El fallo subraya la urgencia de anular esta dañina ley en su totalidad. Lo que los estadounidenses quieren es una respuesta de sentido común a la reforma sanitaria, que proteja el acceso de los estadounidenses al cuidado que necesitan, del médico que seleccionen y a un precio más bajo", explicó Boehner.

Por su parte, el líder de la minoría republicana en la cámara alta, Mitch McConnell, dijo que la reforma no ha cumplido con las "falsas promesas" con las que la Administración Obama la "vendió" ante la opinión pública porque mientras EEUU afronta las secuelas de la crisis económica, los costes de salud han aumentado y la ley sólo "ha empeorado los problemas que pretendía resolver". "Sólo hay una forma de corregir verdaderamente la ley, y es a través de su plena revocación", agregó McConnell.

Pero incluso si la Cámara Baja, bajo control republicano desde 2010, anula la reforma sanitaria, ésta afrontaría una lucha cuesta arriba en el Senado, bajo control demócrata. Sólo si los republicanos recuperan la Cámara Alta en los comicios de noviembre podrían lograr anularla.

Desde el Congreso, los demócratas celebraron la decisión de la máxima instancia judicial del país. El líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, afirmó que con la reforma sanitaria se amplía la cobertura médica a precios asequibles a todos los estadounidenses, los ancianos ahorrarán dinero en gastos de salud y las familias "ya no vivirán con miedo de perder su cobertura de salud al perder su empleo". "Nadie piensa que esta ley es perfecta (...), pero los demócratas han demostrado su voluntad de trabajar con los republicanos" para mejorarla, dijo Reid, al acusar a los detractores de la reforma de querer "devolver el poder (de decisión) sobre asuntos de vida y muerte a las aseguradoras".

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