La tensión en torno a Ucrania ha aumentado varios grados con despliegues militares. En los últimos días Rusia ha incrementado su presencia en la frontera entre ambos países, llegando a acumular más de 100.000 soldados, algo que ha terminado de despertar el recelo de la Unión Europea y la OTAN, con Estados Unidos a la cabeza, que amenazan con tomar medidas en caso de que exista la más mínima invasión del territorio ucraniano.

Desde hace un mes el país norteamericano ya barruntaba las intenciones rusas y ni tan siquiera la difusión de posibles sanciones económicas enormes y varias reuniones entre dirigentes han detenido las intenciones del país dirigido por Vladimir Putin, que ha seguido con su plan inicial de realizar maniobras militares en el sur de Rusia, el Cáucaso y Crimea. ¿Qué ocurre entonces en la frontera entre Rusia y Ucrania? Te lo explicamos a continuación. 

Ucrania lucha desde 2014 contra los separatistas prorrusos en la región del Donbás apoyados por Rusia, que se anexionó ese año la península de Crimea con un referéndum considerado ilegal por la comunidad internacional. Rusia ha ido acumulando efectivos militares en puntos estratégicos alrededor de la frontera de Ucrania y ha llegado un punto en el que la situación se ha insostenible. 

Ucrania lucha desde 2014 contra los separatistas prorrusos en la región del Donbás apoyados por Rusia

El conflicto arrastra implicaciones históricas, geopolíticas y económicas que afectarían en cadena a gran parte del Planeta. Las palabras de unos y otros no concuerdan con los hechos. Donde digo que todo está en orden y únicamente estoy haciendo maniobras de ensayo, realmente son estrategias en zonas estratégicas con países aliados como Irán y China, fuertes adversarios de EE.UU., por su parte.

Rusia está convencida de que tiene el derecho a seguir controlando los países miembros de la extinta URSS, a pesar de que ya han pasado tres décadas desde que Gorbachov anunciara su disolución. Son parte de su identidad y ocupan posiciones fundamentales para garantizar su seguridad ante lo que consideran una expansión ilegítima por parte de Occidente. Acepta la independencia de Ucrania, pero no que pase a formar parte de la OTAN y la UE. Y en esas se mueven actualmente.

El precedente de Crimea

Joe Biden y Vladimir Putin, durante la reunión mantenida en Suiza.

Cuando Vladímir Putin aprovechó los enfrentamientos de 2014 para invadir la península de Crimea, en el sur de Ucrania se produjeron numerosas protestas internacionales, se sancionó económicamente a Rusia y se realizaron algunas peticiones formales de que devolviera el territorio a Ucrania. Sin embargo, los oídos sordos de Putin no han logrado que la posición de fuerza de Occidente se haga más taxativa sobre el terreno. De momento.

Ahora la posición de Joe Biden es diferente. En caso de que se produzca una nueva afrenta a Ucrania y se invada de nuevo parte de su territorio desde Estados Unidos ya se ha advertido de que no se permitirá, facilitando armamento a su objetivo militar, ya que consideran que Ucrania tiene derecho a la autodefensa.