Las sanciones de la UE al carbón ruso, una minucia para Moscú

Bruselas quiere también el embargo al gas y al petróleo, más lucrativos para el Kremlin pero más problemáticos para los europeos

Refugiados ucranianos llegan al centro de acogida de Przemysl, en Polonia.
Refugiados ucranianos llegan al centro de acogida de Przemysl, en Polonia. / EFE
J. A. · A. S. B. (Efe)

09 de abril 2022 - 22:33

Bruselas/La UE, que desde el inicio de la guerra en Ucrania gasta 1.000 millones diarios en comprar energía a Moscú, prohibirá desde agosto la importación de carbón ruso, pero supone sólo una pequeña parte de un negocio energético que dominan petróleo y gas, más lucrativos para el Kremlin y difíciles de sancionar para la UE.

Rusia suministra a la UE el 46% del carbón que consume y su retirada se hará de forma gradual durante los próximos 120 días, periodo tras el que estarán vetadas todas las importaciones. Según calcula Bruselas, tendrá un impacto anual de 8.000 millones.

Los estados miembros tienen graves diferencias sobre la adopción de estas medidas

Sin embargo, los datos de Eurostat apuntan a que en los últimos 10 años la UE ha comprado a Rusia anualmente 4.400 millones en carbón. Aunque la cifra creció en 2021 hasta los 5.420 millones, todavía está muy lejos de las ventas de gas (17.300 millones) y de petróleo (74.000 millones).

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, avanzó esta semana que Bruselas prepara sanciones contra el crudo y su homólogo en el Consejo Europeo, Charles Michel, cree que "tarde o temprano" habrá que hablar de sanciones para el gas y el petróleo. La Eurocámara pide también un embargo total e inmediato.

Pero la aprobación de sanciones requiere la unanimidad de los Veintisiete y entre los Estados miembros existen posturas muy confrontadas: desde la dureza que reclama Polonia o los bálticos y la disposición de Francia a castigar el petróleo, hasta las reticencias de Austria y Alemania a ir más lejos y la negativa rotunda de Hungría.

El 26,9% del petróleo que consume la UE es ruso y el bloque explora sancionar el crudo que nutre financieramente a Vladimir Putin, con opciones como una prohibición gradual de las importaciones o imponer aranceles.

"Es totalmente posible. Si no se hace gradualmente, puede traer algunos problemas de aprovisionamiento" y habría "impactos en ciertas industrias, pero no nos llevaría a pagar más caro el petróleo de manera estructural", comenta el profesor de Geopolítica y Energía de la Universidad Libre de Bruselas Adel el Gammal.

Pero quizá sí a corto plazo. En su último informe sobre petróleo, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) señala que sólo "la perspectiva de interrupciones a gran escala en la producción de petróleo de Rusia amenaza con crear un shock en el suministro mundial".

La AIE, que ha esbozado un plan para reducir el consumo, avisa de que sólo Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos tienen "una capacidad adicional sustancial que podría ayudar de inmediato a compensar el déficit de Rusia".

Un correctivo sobre el gas, mucho más difícil de reemplazar y transportar, parece más lejano, especialmente para países con alta dependencia como Austria, que por confidencialidad oculta la procedencia de energía, pero Eurostat calcula que el 80% de sus importaciones proceden de Rusia.

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