Entrevista con Alaska

“Soy lo que soy y eso es lo que hay, y si te gusta genial, si no da igual”

Imagen de Alaska en plena actuación.

Imagen de Alaska en plena actuación. / Diario de Sevilla

Ha hecho historia en la música. Es un icono de los 80, pero cuatro décadas después, María del Olvido Gara Jova (Ciudad de México, 1963), más conocida como Alaska, no se siente referente de nada y confiesa que sigue sorprendiéndose cuando sube a un escenario. Su currículum –cantante, actriz, compositora, presentadora de televisión, empresaria, escritora, productora y DJ hispanomexicana– es tan fecundo y exitoso como su repertorio. Sus temas musicales están en la memoria de todos, y generación tras generación se heredan de padres a hijos, marcando el adn musical de millones de personas en el mundo. Desde Alaska y los Pegamoides, pasando por Alaska y Dinarama, hasta llegar a Fangoria, oleadas de fans siguen memorizando sus canciones, esas que volverá a cantar, junto a otras más recientes, en la Plaza de España este sábado. Un cartel de lujo, ya que bajo el cielo sevillano y al abrigo de noches tropicales dentro del Icónica Sevilla Fest, estará junto a Nancys Rubias y Ana Torroja.

–Sevilla la recibe una vez más. ¿Qué espera de esta visita?

–Sobre todo lo que veo es que voy a un festival que me parece impresionante y eso es un contexto muy importante. No solo por el lugar, la Plaza de España, sino por todo el resto del cartel. Hay cosas en el cartel que yo mataría por ver. Me parece un lujo tener ese festival en Sevilla en este momento. Todo esto ya supone ir a un sitio diferente, no es como ir a actuar en la calle a unas fiestas o en una discoteca, es un empaque de lujo.

–Después de tantos años pisando escenarios, ¿se siente lo mismo?

–Es diferente porque depende del momento. Yo empecé a disfrutar mucho de los conciertos a mitad de mi carrera. Ahora las circunstancias son distintas, pero siempre estás nerviosa antes de salir. Y es lo normal, porque te importa. Porque quieres que todo salga bien, porque hay veces que llueve, que el equipo no es lo que tú esperas... siempre hay una circunstancia para que no sea agradable. Pero cuando tienes un repertorio de canciones que la gente conoce, que se lo pasan bien, a ti te lo hacen pasar mejor. Es una garantía.

–Sentirse tan querida tiene que ser un orgullo para usted.

–Es algo que siempre te sorprende, porque tú haces lo que haces porque te gusta. Yo lo hago para mí, pero, cuando ves que le gusta a alguien más, es un éxito y un halago. Sobre todo porque en esta profesión siempre hay cosas que gustan y que no. Aunque una esté encantada con haberlo hecho, no siempre tiene la misma acogida. Poder seguir haciendo a mi edad lo que quise hacer cuando tenía catorce años ya es un éxito y un regalo.

–Como artista es un referente absoluto en la música, ¿cómo se lleva esa responsabilidad?

–Yo no siento que tenga ninguna responsabilidad ni que soy referente de nada. Soy referente para mí, hago lo que quiero, y si luego lo que yo hago y quiero te gusta ti, pues encantada, me haces feliz, pero si no te gusta pues me da igual. No siento que sea referente de nadie ni que tenga ninguna responsabilidad ante nadie.

–Pero época tras época no ha resultado nunca indiferente, sus éxitos los conoce todo el mundo. ¿Cree que la generación actual sabe realmente lo que significa su música para España?

–Es que no se tiene que ver como una generación, ni se tiene que ver a la mía como a una generación en el momento en el que hacíamos música. Si piensas en la gente que había en España entonces y en la música que consumían, no tienen nada que ver con nosotros. Ahora mismo hay gente muy joven y no tan joven que vive a espaldas de lo mayoritario, siempre hay gente que vive de espaldas a lo mayoritario, siempre hay gente que busca otras cosas. Hay muchos jóvenes a los que les interesan cosas que no son las que les gustan a los de su instituto. Y ahí estamos nosotros, en ese hueco.

–Desde su perspectiva actual, ¿cómo ve lo que suena hoy?

–Lo veo estupendo. Eso de querer siempre pensar que lo que se hace hoy es una porquería frente a lo anterior... ¡Anda que no hay porquerías en lo anterior! Y cuando digo porquerías, lo digo desde mi opinión, porque nada es bueno ni malo, ni bonito ni feo, solo es la opinión del que lo escucha. Ahora mismo se hace muchísima música de todo tipo, con estilos que no existían hace años, todo mezclado, superéxitos con superartistas, ¡claro que hay maravillas ahora!

–Es una artista muy completa, ha tocado muchos palos dentro de la comunicación o de otros sectores, ¿se le queda algo en el tintero?

–No, realmente no. Lo último que hice fue en Sevilla, presentando el teatro en 2020, y también es algo que me encanta. La verdad es que no se me queda nada por hacer, porque tampoco me he planteado nada. Cuando se te queda algo es porque tienes intención y no lo haces, yo realmente no tengo intención. Las cosas me vienen, no es que yo quisiera hacer teatro y no lo hubiera hecho antes, es que no me lo había planteado hasta que llegó la propuesta. Todas esas cosas son propuestas de otras personas que, en un momento dado, te encajan y las haces.

–¿Baraja alguna ahora?

–Lo que no tengo ya es tiempo. Trabajo de lunes a domingo. Los lunes grabo Cine de barrio; los martes, miércoles y jueves estoy en esRadio; los domingos en Onda Cero; y, además, tengo los conciertos. En este momento no me puedo permitir coger nada más.

–De su arte ha hecho una postura social muy reivindicativa, ¿esa actitud tan guerrera sigue ahí con la misma fuerza?

–No me siento guerrera, lo que me siento es poco impositiva. Si estamos tomando un café y tú cuentas una cosa y otro cuenta otra, siempre hay quien se exalta más. Yo escucho, y si no estoy de acuerdo me da igual. No soy muy impositiva pero lo que sí soy es clara. Soy lo que soy y eso es lo que hay, y si te gusta genial, si no da igual.

"El convertir una afición en una profesión te pone en un sitio muy privilegiado, que es el que tengo yo”

–¿Qué cree que ha aportado en el mundo de la música para ser lo que es hoy y tener tanto éxito? ¿Qué la diferencia del resto?

–Esto es trabajo por parte de todos. De los que triunfan y de los que no, porque a veces solo se ve reflejado a los que conocemos. Aquí todos trabajamos mucho en lo que nos gusta. El convertir una afición en una profesión te pone en un sitio muy privilegiado, que es el que tengo yo. Pero, ¿qué he aportado? Te lo tendría que decir la gente que considere que yo le he aportado, yo no lo puedo saber.

–¿Cómo lleva y cómo ha incorporado en su trabajo la nueva ola de plataformas digitales y la revolución que ha supuesto las redes?

–Está muy presente y tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Ni soy ajena ni soy adicta. Solo tengo Instagram y en el grupo igual, porque cuando empezó Twitter no aceptaba imágenes y nos pareció mucho más interesante un medio donde hubiese imágenes. Yo subo los conciertos, la información, también tengo una parte más personal, pero no me va la vida en ello. No me ha pillado en una edad en la que se me vaya la vida. Si no lo tengo no me pasaría absolutamente nada, pero me divierte tenerlo.

–¿Qué le queda por dar a la música?

–Ya no es por aportar, haces lo que quieres hacer. Yo al menos no pienso en términos de voy a aportar al mundo de la música. Yo lo que pienso es qué voy a hacer con el siguiente disco, qué quiero hacer con el siguiente montaje de escenario, quién quieres que sea tu productor, cómo quieres que sea la portada... lo piensas tú para ti.

–Cuando sale a cantar, ¿se sigue sorprendiendo aún?

–Te sorprendes siempre. Nacho (Canut) y yo siempre estamos en lo negativo como punto de partida. Nos hemos quedado con el comentario que oíamos a nuestro alrededor cuando éramos adolescentes y siempre pensamos: “No le vamos a gustar a nadie”, “va a estar vacío”, “no se van a saber las canciones nuevas”,... lo pensamos todo el rato y cuando, de repente, no es así, te sigue sorprendiendo.

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