Crítica de Cine

David, Goliat y Robin Hood

El ciclo SEFF365 arranca hoy su programación de invierno-primavera en el Teatro Alameda, una programación que continuará a lo largo de febrero, marzo y abril, con este documental francés nominado al César que se alinea junto a esa escuela de la agitación crítica y antisistema que tiene a Michael Moore como principal modelo de referencia o a nuestro Jordi Évole como alumno aventajado.

En el caso que nos ocupa, es François Ruffin, miembro del diario izquierdista Fakir, quien toma las riendas y el protagonismo de una modesta aunque aguda campaña contra el gran empresario francés Bernard Arnault, uno de los hombres más ricos del mundo y presidente del grupo de marcas de lujo LVMH (Dior, Givenchy, Kenzo, Louis Vuitton), desplegada como una astuta estrategia político-documental destinada a desenmascarar las prácticas del magnate y su empresa para con los empleados y ex empleados, al tiempo que convierte a la modesta familia Klur, inmersa en una situación crítica de desempleo y amenaza de desahucio, en el cebo cómplice para una pequeña y heroica gesta de resarcimiento económico-laboral y justicia poética en su propio territorio.

Habrá quien discuta si los métodos de Ruffin vulneran los límites éticos del documental en su uso del engaño, la suplantación o la cámara oculta para sus propósitos, pero parece evidente que estamos aquí ante un pulso desigual que sólo puede ganarse, aunque se trate de una victoria pírrica, con un poco de picaresca.

¡Gracias, jefe! se hace fuerte así en el desarrollo de su estrategia con cierto sentido del suspense y, sobre todo, gracias al tono sarcástico e irónico que adopta sobre una situación de verdadera crisis social que finalmente consigue trascender lo anecdótico para erigirse en una impugnación de las feroces y deshumanizadas dinámicas y prácticas del neocapitalismo.

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