Diálogos de la vanguardia antigua

ÁGUEDA / NÚÑEZ

Femás'16. Sara Águeda, arpa doppia; Javier Núñez, clave. Programa: 'Stravaganza. Italia 1550-1700'. Lugar: Capilla del Palacio Gótico del Real Alcázar. Fecha: Sábado 19 de marzo. Aforo: Casi lleno.

La escuela instrumental napolitana de principios del siglo XVII llevó la audacia experimental hasta límites desconocidos. Con una música de armonías retorcidas y permanentes juegos cromáticos, compositores como Ascanio Mayone, Giovanni Maria Trabaci, Michelangelo Rossi o Giovanni De Macque desafiaron las reglas y los modelos de su época, de los que, en cualquier caso, escrupulosamente partían para ingeniosamente variarlos. La extravagancia del título de este programa, cuyo repertorio les estaba muy específicamente dedicado (al lado de otros nombres como los de Frescobaldi, Picchi, Valente o Pasquini, también representantes de la modernidad musical), se justifica pues ampliamente.

En la apuesta por mezclar dos instrumentos polifónicos de amplia difusión en el tiempo, Sara Águeda y Javier Núñez se abren a un vastísimo campo de experimentación con aquella vanguardia histórica, que no ha perdido, pese a los siglos, ese punto de intrepidez y bizarría, ese extrañar al oído que invita a escuchar más profundamente. Los dos intérpretes estimulan a hacerlo gracias a unas interpretaciones trabajadas hasta los menores detalles, en las que el clave muestra el poder torrencial de su timbre y la rapidez de sus evoluciones (ideal para las ornamentaciones disminuidas de muchas de estas obras) y el arpa, la sutileza de sus arpegios y la amplitud de sus gamas dinámicas, perfecta para contrastar con la rigidez del teclado en este aspecto.

En sus múltiples vertientes de instrumentos polifónicos o capaces de tocar simples melodías, como solistas o acompañantes, Águeda y Núñez tramaron sus voces en diálogos de extrema variedad de colores, impecable control rítmico, descarnado tratamiento de disonancias y una infinita gama de matices agógicos y dinámicos que hicieron que su paseo por vacas enardecidas (Romanesca), bailes frenéticos (Tarantella), variaciones imaginativas y tocatas de virtuosas líneas onduladas se fuera en un suspiro.