Ri Te en el Teatro Central
Un diálogo en clave de pantomima
LA ÚLTIMA SESIÓN DE FREUD | CRÍTICA
** 'La última sesión de Freud'. Drama, Reino Unido, 122 min. Dirección: Matt Brown. Guion: Mark St. Germain. Fotografía: Ben Smithard. Intérpretes: Matthew Goode, Anthony Hopkins, Jodi Balfour, Stephen Campbell Moore, Liv Lisa Fries, Padraic Delaney.
Anthony Hopkins vale el precio de una entrada. Aunque lo que se proyecte sea la obra de teatro más bien plasta y errática Freud’s Last Session que el dramaturgo y guionista Mark St. Germain estrenó en el off-Broadway en 2010 y ahora ha convertido en guión sin que el realizador británico Matt Brown -muy dado a tratar de personajes reales: el matemático indio Ramanujan en El hombre que conocía el infinito, el grupo The Clash en London Town- logre impedir que parezca teatro filmado o drama televisivo.
Y no es esto lo peor, sino que la ambición de la obra excede las posibilidades del dramaturgo: nada menos que imaginar un debate entre Freud y C. S. Lewis (el popular autor de Las crónicas de Narnia pero también de la desoladora Una pena en observación o del ensayo teológico Dios en el banquillo) en torno no solo, pero sí sobre todo, a la existencia de Dios.
El psicoanalista judío ateo y el escritor creyente y apologista cristiano frente a frente, con el horizonte de inminencia de la muerte acechando a Freud, requeriría, en el caso de que encontrara necesario narrarlo, mayores fuerzas creativas por parte del autor de la obra y del guión, y también del director. Las subtramas digamos que romántico-familiares y los intentos por desteatralizar la película con flashbacks obstaculizan más que ayudan. Queda el talento siempre inmenso del casi nonagenario Anthony Hopkins, sobre todo, y la buena réplica de Matthew Goode. Poco más.
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