Flamenco catalán,d. o.
Crítica de Flamenco
LAS MIGAS. Cante: Alba Carmona. Guitarra: Marta Robles, Alba Grillo. Violín: Roser Loscos. Palmas y coros: Antonio y Manuel Saavedra. Percusión: Paquito Santiago. Contrabajo: Oriol Riart. Lugar: Teatro Lope de Vega. Fecha: Martes 12 de enero. Aforo: Casi lleno.
El flamenco catalán es tan universal que en esta formación barcelonesa hay una guitarrista sevillana y otra de Córdoba. Tan universal que los tangos de Triana los baila una canadiense, la genial Chloé Brûlé. Tan universal que en el nuevo repertorio de Las Migas, que formará parte de su tercer disco, cabe la guajira cubana, el tumbao caribeño, el vals criollo, el tango porteño. Incluso el famoso ventilador de la rumba catalana. Hasta sevillanas cantaron anoche Las Migas en el Lope de Vega.
La formación continúa teniendo en la exquisitez su marca de calidad. Se trata de cuatro jóvenes intérpretes de un talento enorme. Como la briosa Alba Carmona, que, además de emocionarse y romperse con una voz poderosísima y dúctil, es capaz de bailar, tocar el clave y componer temas para su abuela. O la guitarrista Marta Roble, responsable de unos arreglos brillantísimos, como por ejemplo esa delicia que hizo con el Dime de Lole y Manuel, capaz de aportar nuevos sabores a una letra, la de Juan Manuel Flores, mil veces escuchada. Roser Loscos aporta la fantasía melódica y Alba Grillo el contrapunto guitarrístico. Así, la guajira se convierte en una pieza íntima, de cámara, que dispara sugerencias en todas las direcciones. Y qué delicia los arreglos vocales. Las Migas, en esta su tercera formación, siguen fieles a la elegancia y a la inspiración literaria, sea en Rafael Palomino o en Angeles Mastretta. Poque hay muchas maneras de ser catalán y una de ellas es la flamenca. Porque hay muchas maneras de ser flamenco, y una de ellas es la catalana.
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