Lección de Clasicismo de Kuijken con la OBS
Cierre de temporada del Ciclo de la OBS con Cajasol en el que se demostró una vez más la buena planificación y la más que notable dirección artística del conjunto: para un programa puramente clásico, se contó con uno de los directores que más hicieron en los años 80 del siglo pasado por renovar los criterios interpretativos de este estilo musical, el belga Sigiswald Kuijken.
Si a ello se une que Haydn es especialidad absoluta de la OBS desde los tiempos de Barry Sargent, los resultados se adivinaban brillantes, y una vez más el conjunto no defraudó las expectativas. El concierto sirvió además para lavar la mala imagen dejada por Kuijken en su reciente comparecencia con La Petite Bande en el Ciclo de Cámara de la Fundación El Monte. El gran violinista belga trazó un Haydn extraordinario: elegante, refinado, flexible, vivaz, teatral, con una profundidad de foco que se apreció de forma muy especial en el Un poco Adagio de la sinfonía. Con la frescura habitual, la OBS combinó refinamiento y transparencia (espectacular el juego de colores de las maderas en el Trío del Minueto) con una pujanza en los acentos y los contrastes de fuerte expresividad. Soberbia fue también la interpretación del Divertimento y estupenda la Sinfonía de Mozart, si acaso con un sonido más denso, menos suelto, salvo en el Finale.
Capítulo aparte merece Jorge Rentería, capaz de sacar de un instrumento imposible como la trompa natural un sonido de una variedad y de una afinación sorprendentes, llegando a producir auténtico pasmo en las ornamentaciones.
También te puede interesar
Lo último