El Limbo de los Pintores

Hace 120 años, Chaves Nogales nacía en un barrio habitado por artistas, un entorno que también frecuentaron Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez

María Isabel Cintas Guillén

08 de agosto 2017 - 02:32

En la zona de confluencia de las calles Dueñas y Gerona, de Sevilla, junto al Palacio de las Dueñas, pudieron haberse encontrado, en el momento en que acaba el siglo XIX y comienza el XX, dos personajes cumbres de las letras españolas, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez; y con ellos un recién nacido Manuel Chaves Nogales. Mientras alrededor de 1900 Antonio era un joven veinteañero ya ejerciente en el mundo de la poesía y que vivía en Madrid, Juan Ramón no pasaba de ser un adolescente de Huelva que había venido a Sevilla a estudiar, pero que a sus quince años se sentía más atraído por el mundo abierto de la poesía, la pintura y la bohemia. Por su parte, el periodista había comenzado su andadura en la vida, por lo que también en el "Limbo de los Pintores" debieron transcurrir sus primeros juegos infantiles. Era para él ambiente casi obligado, ya que nació el 7 de agosto de 1897 en el número 11 de la calle Dueñas y allí, en esa casa, tenía su estudio el abuelo paterno, José Chaves Ortiz. Sólo al morir el abuelo, en 1903, se cambiaron de casa, a la calle Aposentadores, siguiendo la costumbre familiar de mudarse al fallecer algún miembro de la familia.

Antonio Machado había nacido en dependencias del Palacio de las Dueñas, entones en ruinoso estado, con parte de sus espacios alquilados a familias de clase media: "Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla y un huerto claro donde madura el limonero", escribió el poeta en alusión a este lugar, como es bien sabido. Allí vivió con sus padres (su padre, folclorista, Demófilo) y sus abuelos (él, Machado Núñez, darwinista, catedrático en la Universidad de Sevilla, institucionista, casado con Cipriana, también amante de la pintura). En una casa adosada a las espaldas de ese patio, en el 11 de la calle Dueñas ("calle triste y silenciosa" la llamó Manuel), nació el periodista sevillano en el seno de una familia burguesa, pero con pocos recursos económicos. De familia de alcurnia, pero venida a menos, era la madre, Pilar, pianista dedicada al hogar, hermana del periodista José Nogales; y también periodista su marido, Manuel Chaves Rey.

En la casa de Dueñas donde nació Chaves Nogales tenía su estudio el abuelo paterno

En este espacio privilegiado para el mundo del arte se encontraba en la confluencia de siglos la llamada por el pueblo Casa de los Artistas, a la que Juan Ramón Jiménez acude a formarse buscando los ambientes de pintores y seducido por los estudios artísticos que aparecían en las imágenes de La Ilustración española y americana. Pero la realidad con la que se encontró el aprendiz de poeta/pintor era muy distinta:

"Cuando entré en el estudio del que me designaron maestro se me cayeron los pinceles del espíritu. Era un cuarto vacío, destartalado, con una mezquina montera de cristales y unas cuantas tablas de apuntes colgados de las paredes con cal. En la entrada un zapatero de barrio trabajaba en su mesilla mugrienta, y su mujer, una Carmen sucia y hambrienta, era la modelo que servía para pintar aquellas flamencas con un vaso de manzanilla en una mano, un abanico abierto sobre la barba y peinetas y flores en el pelo negro".

Barrio popular, habitado por obreros en palacios convertidos en casas de vecinos, pero ocupado también por artistas, escuelas de baile, anticuarios, artesanos de distintas artes que daban un ambiente bohemio al lugar, hasta el punto de que el joven Juan Ramón Jiménez, que lo visitaba cuando en Sevilla se formaba como pintor más que como abogado (que es a lo que había venido desde su Huelva natal), lo calificó de "Limbo de los Pintores". Una de las mayores expertas en la vida y obra del poeta de Moguer, Rocío Fernández Berrocal, sitúa en esta zona la pensión en la que se alojaba el joven aprendiz y el espacio que frecuentaba.

La Casa de los Artistas acogía el estudio de baile del maestro Pericet, donde cada noche se cantaba flamenco, y que fue visitado por García Lorca. Era frecuentada por los artistas, pintores, escultores, ilustradores más interesantes del momento. Allí tenían taller artesanos tradicionales (herreros, albañiles, cigarreras, doradores, cocheros, carpinteros, confiteros, barberos y algunos abogados, también algún torero, un impresor y un sastre). Pasaron por ella García Ramos, Pinelo, Gómez Gil, Grosso, Santiago Martínez, Miguel Ángel Pino, Rico Cejudo, Pérez Comendador, Labrador, Félix Lacárcel, Juan Miguel Sánchez y Juan Lafita, así como Jiménez Aranda, Sánchez Perrier, José Pando, José Chaves Ortiz y Salvador Clemente. La actividad artística era tan grande, que la gente dio en llamar así, Casa de los Artistas, a las dependencias del antiguo palacio de los Marqueses de Torrenueva, que se situaba al final de la calle Feria, y que hoy alberga la residencia de mayores de San Juan de la Palma, ubicada junto a la iglesia del mismo nombre.

Como venimos diciendo, la zona acogía numerosos estudios de pintor, como el de Salvador Clemente, que dirigía la llamada Academia Libre de Bellas Artes y que tenía una entrada por Dueñas y otra por Gerona. Las calles Dueñas, Viriato y Gerona venían a formar un islote artístico y bohemio que fue el definido por Juan Ramón como "el Limbo de los Pintores": "Cuando yo estaba en Sevilla, en el limbo de los pintores, calle de Gerona…". Parece que la entrada habitual al estudio de Clemente sería por Dueñas. En la Guía Oficial de Sevilla y su provincia de Vicente Gómez Zarzuela se menciona una Academia Libre de Bellas Artes en la calle Gerona, como asegura en su tesis doctoral Rocío Fernández Berrocal. En el mismo entorno, en una pensión de la calle Gerona, se hospedaba Juan Ramón, que, siempre según Fernández Berrocal, acudía a comer a El Rinconcillo, que entonces era un colmado.

Cuando nació Manuel Chaves Nogales, en 1897, en la casa nº 11 de la calle Dueñas, estaba allí el estudio de su abuelo José Chaves Ortiz, calificado de "artista pintor" en la Guía de Gómez Zarzuela, para distinguir el trabajo de los otros pintores de la zona. Y en la propia casa se alojaba también un hermano de su madre, (Luis, Valeriano o Francisco, hermanos menores del periodista José Nogales y Nogales), también pintor.

Esta zona de Sevilla, revitalizada con la apertura al público de las dependencias del Palacio de las Dueñas, recuerda el paso de Machado por su espacio natal. Pero es interesante recordar que ese "Limbo de los Pintores" acogió también a los más interesantes representantes del costumbrismo sevillano, así como un ambiente abigarrado, popular y culto, que vio los primeros pasos del periodista Manuel Chaves Nogales.

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