Martínez de Pisón retrata en su nuevo libro a los chivatos del franquismo

El escritor y guionista publica 'El día de mañana', una novela en la que hace protagonista a un emigrante ambicioso que se convierte en confidente de la policía

Martínez de Pisón publica 'El día de mañana'.
Martínez de Pisón publica 'El día de mañana'.
Efe / Barcelona

06 de abril 2011 - 05:00

Ignacio Martínez de Pisón, tres años después del éxito de Dientes de leche, regresa a las librerías con la novela El día de mañana, protagonizada por un confidente de la Brigada Social en los últimos años del franquismo, un régimen que a su juicio convirtió a España "en un país de soplones y chivatos".

Publicado por Seix Barral, se trata del título más barcelonés del zaragozano, con una serie de personajes que reconstruyen la trayectoria de Justo Gil, un emigrante avispado y ambicioso, que acaba convertido en colaborador de la policía. "Es alguien -aseguró el escritor- bastante repugnante, del que no puedes fiarte".

El autor considera que muy pocos novelistas han tratado la represión franquista en Barcelona en los estertores del régimen, con especial incidencia en la brigada político-social.

Gracias al periodista Xavier Vinader, Martínez de Pisón se pudo poner en contacto con diferentes personas que vivieron esa época y reconoce que le fue muy útil el testimonio de un expolicía de ese departamento que no tuvo problemas en contarle cómo funcionaba e incluso en justificarse por su trabajo, con el argumento de que eran profesionales y que tanto podían servir a un dictador como, después, a una democracia.

Muchos policías de ese momento tenían su propio confidente, con sueldos de hasta 4.000 pesetas, y "dispuestos a vender por dinero a sus amigos", apuntó. Martínez de Pisón aseveró que El día de mañana es la historia de la degradación de alguien "que espera triunfar en la vida, aunque por una serie de errores y una fatalidad no puede escapar de un destino que lo convierte en alguien repugnante".

Además de sostener que la España de la época "era un país de soplones y chivatos", el novelista también cree que había mucha gente dispuesta a colaborar con el franquismo y la policía lo sabía. A su juicio, se aprovechaba de las debilidades de algunos soplones y "les chantajeaba" o les podía pagar sus servicios con drogas, "que acabaron con la vida de algunos".

Por otra parte, en su nuevo título el escritor ha intentado mostrar el cuadro social de lo que era esa Cataluña, con emigrantes llegados de otras tierras y con la gente pendiente de lo que podría ocurrir si fallecía Franco.

Otros dos personajes con recorrido en la novela son el policía Mateo Moreno, criado en el orfanato de los Hogares Mundet y franquista de corazón, aunque con un carácter totalmente diferente al de Justo Gil, y Carmen Román, una hija de inmigrantes, que queda huérfana por las riadas que a principios de los años sesenta asolaron Terrassa (Barcelona).

Nacido en Zaragoza en 1960, Martínez de Pisón es autor de una quincena de libros con novelas como Carreteras secundarias, llevada dos veces al cine, El tiempo de las mujeres y el ensayo Enterrar a los muertos.

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