Moncho Borrajo, entre la lágrima y la risa en el Quintero

El popular humorista gallego presenta su espectáculo benéfico 'Íntimo' en Sevilla

Jesús Quintero y Moncho Borrajo, ayer en el teatro.
Jesús Quintero y Moncho Borrajo, ayer en el teatro.
P. Godino / Sevilla

01 de abril 2011 - 05:00

Confiesa Moncho Borrajo (Baños de Molgas, Orense, 1949) que "hay cosas que uno necesita hacer y no sabe muy bien por qué". La serie de galas que le están llevando por toda España bajo el nombre de Íntimo, a favor de la fundación que lleva su nombre para ayudar a niños con problemas físicos y psicológicos, es uno de estos "líos" en los que se mete casi sin pensarlo. El popular humorista gallego cree que "quizás" se deba a que no tiene hijos, o a "que es una pena que mis cosas terminen viajando de mano en mano sin rumbo fijo para perderse en la vorágine de la vida dentro de unos años. Porque los niños siempre han sido en mis actuaciones mi talón de Aquiles, al ser ellos los que regalan las risas más sinceras y gratificantes que pueda tener un artista", apunta este hijo único en una familia donde su vocación artística costó ser entendida.

Y aunque el fin último de estas galas sea filantrópico, le mueve "que se hable de mí en la calle cuando acabe el show". Y eso que su "agresividad" se ha ido "rebajando" con el paso de los años, indica. "La llegada a los 60 años, -y a los 61, y a los 62-, me ha hecho pensar que es más importante tomarse un café con un amigo que un champán con un gilipollas. He aprendido a tolerar los defectos de los demás y así cada vez me gustan más los míos", confiesa este showman que no quiere ser definido únicamente como humorista o cómico. El gallego prefiere que lo cataloguen como un "manipulador de sentimientos", como lo llamó en una ocasión un crítico. "Soy mejor con las masas que en el tú a tú; consigo establecer una conexión con el público desde el primer momento", apunta en las horas previas a su actuación en el Teatro Quintero, que lo tendrá en cartel hasta mañana.

Feliz ante su cita con el público sevillano, Borrajo cree que "los gallegos y los andaluces son muy parecidos: tienen unas creencias religiosas muy grandes aunque sean poco practicantes, son un pueblo de emigrantes, tienen una riqueza gastronómica enorme, siempre se preguntan qué hay detrás del mar, impera el matriarcado en su sociedad...", enumera este aparejador de formación -"necesitaba un título para contentar a mis padres", dijo-, pintor apasionado y creador de momentos de risa y lágrima entre un público que lo adora.

Íntimo: Moncho Borrajo. Hoy y mañana. A las 20:30. 30 euros. www.servicaixa.com y 902 33 22 11.

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