Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges

Park Chan-Wook rompe los moldes del vampirismo en 'Thirst'

  • El realizador de la 'trilogía de la venganza' sorprende con su nuevo filme, ya galardonado en Cannes con el Premio del Jurado

El director coreano Park Chan-Wook, un viejo conocido del Festival de Cine Fantástico de Sitges, volvió hoy a la cita para presentar Thirst, una cinta que rompe los estereotipos del vampirismo al tener como protagonista un sacerdote vampiro acechado por miles de dilemas morales al querer conciliar su ética con sus pulsiones de chupasangre.

Las más de dos horas de película tienen una fuerte carga erótica que se aparta de las típicas películas de vampiros en las que "las chicas son vírgenes inocentes y ellos son unos cuarentones, a veces atractivos", dijo el también director de Old Boy, Sympathy for Mr Vengeance y Sympathy for Lady Vengeance, la conocida como Trilogía de la venganza.

De hecho el erotismo en Thirst es todo lo contrario del de los vampiros al uso porque es ella quien lleva las riendas en las escenas eróticas y él es el débil, dudoso y arrepentido buen tipo vampirizado. "He roto todos los tópicos del vampirismo", resumió Chan-wook, porque los suyos tampoco lucen largos colmillos y no huyen de los crucifijos.

El cura en cuestión es Sang-hyun (Song Kang-ho), que viaja a África para someterse a un experimento con el que pretenden encontrar la vacuna para una infección mortal. Como los otros 500 voluntarios, el cura muere, pero una trasfusión de sangre le devuelve a la vida convertido en vampiro.

Sus nuevos y turbios instintos son difíciles de reprimir, y encuentran vía de escape con la esposa de un amigo suyo de la infancia. Ella (Kim Ok-vin) se convierte en vampiro y acepta su identidad, no como él, que trata de combinarla con su moral y crea el principio de "su tragedia" y del humor.

En Thirst, premio del jurado en el Festival de Cine de Cannes, el salvajismo a menudo le cede terreno al absurdo y se convierte en una cinta delirante, con situaciones surrealistas en el seno de una familia coreana, la del marido de la chica. 

Ok-vin aseguró hoy que su personaje no es malvada por disfrutar de su nueva condición y que, de hecho, "es inocente". La actriz presenciará hoy como el director recoge esta noche el premio Máquina del Temps del festival.

Tráiler de Thirst

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