Perfiles del barroco-pop

XV Noches en los Jardines del Real Alcázar. Delia Agúndez, soprano; Raúl Mallavibarrena, piano. Programa: 'Barroco sin complejos (A propósito de Juan Hidalgo y su tiempo)'. Lugar: Jardines del Alcázar. Fecha: Jueves 28 de agosto. Aforo: Dos tercios de entrada.

Tras la revolución que supuso desde los 50 el desarrollo de las prácticas historicistas, que pretendían acercar el estilo interpretativo de la música antigua al tiempo en que las obras fueron concebidas, en los últimos 15 años se han ido configurando otro tipo de formas de hacer que buscan conectar lo antiguo con cierta sensibilidad actual y que, a través de recursos muy diferentes, en la mayor parte de los casos empleando instrumentos de época, dan mucha mayor libertad al intérprete. En muchos casos, estas líneas de interpretación han conectado con el mundo del folk, el jazz o el pop.

Cabe poner en esta corriente el empeño de Raúl Mallavibarrena, quien en su trabajo más convencional dirige un grupo que sigue fielmente las premisas historicistas, pero se permite el desahogo de hacer cosas diferentes. El año pasado acompañó ya con su piano a Rocío de Frutos en un programa de música sefardí y renacentista, y esta vez ha saltado al barroco español para homenajear a Juan Hidalgo, gran maestro del XVII, en el cuarto centenario de su nacimiento. Para la ocasión, Mallavibarrena se ha asociado a la soprano extremeña Delia Agúndez, una joven de progresión meteórica en los últimos meses y que nunca había cantado en Sevilla. Habitual en los grupos de música antigua, Agúndez mostró una emisión muy natural, casi sin impostación, y un trabajo muy detallado en los matices, lo que se tradujo en un canto muy expresivo y variado, que por momentos llegó a hacerse desgarrado (Ojos, pues me desdeñáis de Marín), todo acompañado de una gestualidad muy barroca y eficaz. Mallavibarrena acompaña con arreglos que pueden entenderse como improvisaciones escritas, enlazando en ocasiones unos temas con otros, todo ello en un tono ligero, intranscendente, que juega con la melodía con gracilidad, pero termina por homogeneizar en exceso todos los registros expresivos del programa.