Los Reyes entregarán el miércoles en Sevilla las medallas de Bellas Artes

Los Reyes de España presidirán en el Museo de Bellas Artes de Sevilla el próximo miércoles, día 2 de diciembre, el acto de entrega de las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes correspondientes a 2014, una distinción que entrega anualmente el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. La asistencia de don Felipe y doña Letizia a la ceremonia fue confirmada ayer por el citado Ministerio, que incluía ya el acto en su boletín oficial de actividades previstas, de acceso público en su web.

El acto, que contará también con la asistencia del ministro de Eduación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, y con la de la directora del museo, Valme Muñoz, entre otras autoridades, supondrá la primera visita de los Reyes al Bellas Artes, y lo mismo ocurrirá con Méndez de Vigo, titular de la cartera desde finales del pasado mes de junio, cuando sustituyó a José Ignacio Wert. La histórica visita, por tanto, traerá aparejado el respaldo de la Corona a la pinacoteca hispalense.

La nómina de premiados es amplia, como todos los años, e incluye, por cierto, a un buen cómplice del Bellas Artes, el italiano Gabriele Finaldi, desde mediados de agosto director de la National Gallery de Londres y hasta ese momento, y durante 13 años, director adjunto del Prado, cargo en el que se labró una magnífica reputación en el sector y desde el que promovió numerosas líneas de colaboración entre la institución nacional con sede en Madrid y la sevillana. También figuran algunas descatacadas figuras andaluzas, pertenecientes a distintos ámbitos de la cultura: la bailaora y coreógrafa sevillana María Pagés, el ex matador de toros Manuel Benítez El Cordobés y el guitarrista y compositor flamenco Manolo Sanlúcar.

La nómina de premiados, ya anunciada por el Ministerio de Eduación, Cultura y Deporte el pasado mes de febrero, se completa con una amplia y diversa representación de personalidades: el escritor y ensayista Rafael Sánchez Ferlosio; el actor Manuel Galiana; la cantante y actriz Olvido Gara Alaska; el bailaor Eduardo Serrano El Güito; el investigador y científico especialmente vinculado a la conservación del Patrimonio Gaël de Guichen; el director y guionista de cine Emilio Martínez Lázaro, muy en boga ahora con su triunfante Ocho apellidos catalanes en cartelera; la actriz, directora y productora teatral Blanca Portillo; la diseñadora de moda y joyas Helena Rohner; el pintor José María Sicilia Fernández-Shaw; el musicólogo Bruno Turner; los artistas Isidoro Valcárcel y Victoria Civera; el conservador de cine Alfonso del Amo García; el marqués Álvaro Fernández Villaverde, reconocido por su faceta de mecenas, gestor y promotor de la cultura, al igual que el pianista, director y compositor Diego Masson.

También habrá Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes para instituciones o empresas colectivas: la Fundación Teatro de La Abadía, el Estudio de Arquitectura Paredes Pedrosa Arquitectos y Federación Española de Amigos de los Museos; así como otras dos que lamentablemente serán ya a título póstumo, para el editor, novelista, dramaturgo y traductor Manuel Serrat Crespo, fallecido el año pasado; y para Juan Claudio Cifuentes Cifu, periodista y crítico de jazz muy popular por su histórico programa en Radio 3, desaparecido en marzo de este mismo año.

Con la presencia de esta amplia representación, y con la expectación que siempre despiertan las visitas de los Reyes, la ocasión supondrá también una oportunidad para el Museo de Bellas Artes -de titularidad estatal pero gestionado por la Consejería de Cultura de la Junta- de reivindicar ante la opinión pública no sólo sevillana la importancia de su colección en el mapa museográfico nacional -muchos especialistas la consideran la segunda del país, sólo por detrás de la que se custodia en el Museo del Prado- en un momento trascendental para su futuro. Éste está marcado, inevitablemente, por la necesidad de la pinacoteca de adaptarse a los retos del discurso museografía moderno, y por la enorme demora en la ejecución del proyecto de ampliación de su sede (el antiguo convento de la Merced Calzada de la Plaza del Museo), convertido en una de las más sangrantes asignaturas pendientes de la cultura institucional de Sevilla durante la última década.

El último revés en este sentido llegó el pasado mes de agosto, cuando vieron la luz los Presupuestos Generales del Estado, los cuales volvieron a pasar completamente por alto las necesidades de la institución. Éstas parecieron encontrar una vía de solución en 2007, tras la firma de un convenio entre el Gobierno central y la Junta en virtud del cual se destinarían en 16 millones de euros, durante los años 2013 y 2014, para esta ansiada remodelación. Aquel compromiso, sin embargo, no se cumplió.