Cultura

Sonidos que sufren encerrados

Orquesta de la Academia de Estudios Orquestales de la Fundación Barenboim Said. Solista: Cuca Escribano, narradora. Director: Álvaro Albiach. Programa: 'Pedro y el lobo' Op.67 de Serguéi Prokofiev; Concierto para pequeña orquesta op.34 de Albert Roussel; 'El buey sobre el tejado' Op.58 de Darius Milhaud. Lugar: Sala Joaquín Turina del Centro Cultural Cajasol. Fecha: Domingo 1 de junio. Aforo: Casi lleno.

Cierta sensación claustrofóbica daba ver a los jóvenes de la Academia de Estudios Orquestales en un escenario obviamente inadecuado, por demasiado pequeño, para la actuación de un conjunto de una cincuentena de miembros. A pesar de las buenas maneras del valenciano Álvaro Albiach (Liria, 1968), actual director titular de la Orquesta de Extremadura, hubo momentos en los que la acústica se saturaba y se imponía el barullo.

Mientras dominaron líneas melódicas claras o dinámicas bajo el mezzoforte todo funcionó admirablemente, pues Albiach supo equilibrar las familias y dar el peso correspondiente a cada plano sonoro: por ejemplo, esas maderas sobre el fondo de las cuerdas del segundo movimiento de la obra de Roussel o muchos de los pasajes del cuento de Prokofiev, muy agradablemente narrado por Cuca Escribano, por cierto. Acertó además el maestro valenciano a graduar las dinámicas con propiedad y los chicos de la orquesta respondieron de forma más que notable a a los matices que pedía la batuta. Pero hubo otros instantes (como los movimientos extremos de la obra de Roussel o los pasajes más densos de Prokofiev) en los que se echaba en falta algo de claridad, de espacio para el sonido. Los juegos politonales y la exuberante rítmica jazzística de El buey sobre el tejado de Milhaud, su tono desenfadado, atrapado con incisividad y vigor por Albiach, facilitaron la escucha de una obra que en cualquier caso también sufrió de claustrofobia.

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