Exposiciones

Testigos privilegiados del paso del tiempo

  • El Centro KBr de la Fundación Mapfre, en Barcelona, expone la obra de Garry Winogrand y Nicholas Nixon

Una fotografía de Garry Winogrand tomada en Nueva York en 1970.

Una fotografía de Garry Winogrand tomada en Nueva York en 1970. / Fundación Mapfre

La fotografía documental, género complejo y fundamental para la evolución del medio, se ha visto expuesta a continuas revisiones desde sus inicios. Sometida a múltiples usos, lecturas y relecturas a lo largo de su historia reciente, así como a continuos desplazamientos de sentido, ha sido cuestionada desde distintos postulados conceptuales en los que confluyen planteamientos en algunos casos polarizados. Estos transitan desde la consideración del género como forma artística o como documento, pasa por un reconocimiento de la importancia de sus herramientas en proyectos de transformación político-social y todo ello en paralelo a la apreciación de su valor de uso, capaz de apelar a diferentes disciplinas como a las ciencias sociales, la creación artística o el derecho.

La reciente apertura del KBr de Fundación Mapfre en Barcelona supone una nueva etapa en su dedicación a la fotografía y por tanto, continúa contribuyendo a los debates antes mencionados a través de la programación de exposiciones y realización de actividades relacionadas con estas. Desde su inauguración, en junio del pasado año, se han programado cuatro muestras, dos de ellas se pueden visitar hasta el 5 de septiembre y están dedicadas a dos fotógrafos que han contribuido de manera fundamental al género: Garry Winogrand (Nueva York, 1928-1984) y Nicholas Nixon (Detroit, 1947).

Winogrand es uno de los fotógrafos que mejor ha sabido recoger la vida cotidiana y pública de Estados Unidos en el período de posguerra. Figura fundamental dentro del proceso de transformación y definición de la fotografía documental en esos años, es considerado el inventor de la fotografía instantánea –influenciado por la teoría del "instante decisivo" de Henri Cartier Bresson–. Winogrand dedicó su vida a fotografiar las calles, las gentes, la vida pública de varias ciudades estadounidenses.

Otra imagen de Garry Winogrand. Otra imagen de Garry Winogrand.

Otra imagen de Garry Winogrand. / Fundación Mapfre

La muestra, comisariada por el conservador del Museo de Brooklyn, Drew Sawyer, realiza un recorrido cronológico por la producción del fotógrafo y la divide en ámbitos: Obra temprana, En la calle, Los animales, 1964, Color, Viaje, La sociedad del espectáculo y Texas y California. Especialmente interesantes son las fotografías pertenecientes al primer ámbito, Obra temprana, ya que en ella se observan algunos de los rasgos principales que caracterizarán el resto de su producción. Son imágenes enérgicas, vibrantes y realizadas mediante un estilo directo: predominan los gestos de los personajes que aparecen frente a una intención narrativa, dentro de una posición (muy cuestionada desde ámbitos diversos) deliberadamente formalista que se aleja de cualquier valoración de índole social o política. Sirva de ejemplo una de las fotografías más icónicas de la muestra, que fue la que realizó a John F. Kennedy en 1960 durante una convención en Los Ángeles.

El trabajo de Winogrand continuó siendo testigo de las transformaciones políticas y sociales que se estaban produciendo en un agitado contexto sacudido por la guerra de Vietnam, el Movimiento por los Derechos Civiles o la amenaza de una guerra nuclear. Realizó viajes por diferentes estados donde retrató a sus gentes y en los que supo recoger a la perfección el sentir de aquel momento tan convulso. También atendió a lo que en la exposición se ha denominado como el ámbito de La sociedad del espectáculo y en la que mostró lo que se esconde detrás del telón del mundo del arte o en los estrenos en el Metropolitan Opera House de Nueva York. En todos los temas por los que transitó su obra se puede apreciar su contribución –como pocos– a la construcción de la fotografía social y de calle y al debate omnipresente entre estética y documento, entre producción artística e información.

Una fotografía de Nicholas Nixon. Una fotografía de Nicholas Nixon.

Una fotografía de Nicholas Nixon. / Fundación Mapfre

Aunque de una manera diferente y perteneciendo a otra generación, el fotógrafo Nicholas Nixon también ha sabido inmovilizar el paso del tiempo. The Brown Sisters es el título que recibe la otra exposición que acompaña a la de Winogrand y que recoge la serie que da título a la muestra. Realizada desde agosto de 1975, cada año Nixon toma una fotografía nueva de su esposa Bebe y sus cuñadas Heather, Laurie y Mim.

Es la primera vez que se muestran juntas las 45 fotografías que componen la serie. En ellas, siempre aparecen las cuatro protagonistas colocadas en la misma posición. Lo que va variando son sus rostros, sus vestimentas, los gestos y las miradas. La obra de Nixon se convierte así en una reflexión sobre el fluir de la vida y la memoria, es un trazado y mapa simbólico de los estragos y la huella de los años: su cercanía nos interpela y nos hace identificarnos con nuestra propia experiencia de lo vivido.

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