Cultura

La Zanfoña, el motor andaluz de 'Grupo 7' y 'Juan de los muertos'

  • Gervasio Iglesias fue el vencedor moral de la expedición andaluza en los Goya. El productor sevillano cree que la actividad audiovisual y cinematográfica debe regularse desde la comunidad.

Los tres premios Goya que Andalucía logró el domingo en la gran fiesta del cine español tienen en común la firma de Gervasio Iglesias, cuya empresa La Zanfoña produjo no sólo Grupo 7, el thriller policíaco de Alberto Rodríguez, sino también Juan de los Muertos, la cinta cubana de zombis dirigida por Alejandro Brugués que consiguió la estatuilla a la mejor película iberoamericana y en la que participaba además la productora granadina Sacromonte Films. Testigo privilegiado de cuanto ocurrió en la gala conducida por Eva Hache en el Centro de Congresos Príncipe Felipe, Iglesias llegó ayer a Sevilla "sin pegar ojo", tras pasar por la fiesta que los premiados disfrutaron en el Casino de Madrid e "incapaz de faltar" a su compromiso con la Facultad de Comunicación, donde participó en una mesa redonda sobre la industria audiovisual andaluza. "Estamos muy satisfechos. Sabíamos que Blancanieves era la gran favorita y manejábamos para Grupo 7 una horquilla de entre una y tres estatuillas; finalmente logramos dos en el apartado actoral, así que no salimos mal parados. Y encima, como productora, nos llevamos la sorpresa de que Juan de los muertos ganara como mejor película iberoamericana. Que una Academia premie una comedia de género confirma que los tiempos están cambiando, como dijo Bayona en su intervención", celebra Iglesias en declaraciones a este medio.

El alma de La Zanfoña, productora independiente con base en Sevilla y responsable de anteriores éxitos de Alberto Rodríguez como 7 Vírgenes y After, o de los largometrajes Astronautas y Cabeza de perro de Santi Amodeo, entre otros muchos títulos, agradece el "espaldarazo increíble" que el Goya a Juan de los muertes supondrá "para estos magníficos cineastas cubanos". La trayectoria internacional de esta cinta que narra la realidad habanera a través de una invasión de zombis "ha sido arrolladora". "Se ha estrenado en 40 países y acumula 17 premios pero en España la taquilla no ha funcionado tan bien como esperábamos (65.000 espectadores acumulados) por lo que nos gustaría reestrenarla al calor del premio".

Buena parte de la culpa, piensa Iglesias, la ha tenido la piratería. "Juan de los muertos se estrenó en 2011 en el Festival de Toronto y luego ganó varios premios en La Habana. Sin embargo, a los cuatro días de estrenarla en España ya había una copia pirata grabada en sala que una semana más tarde llegaba al top manta de La Habana. Actualmente supera las 180.000 descargas ilegales", detalla.

Por eso, el productor considera que el discurso del presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, que vaticinó "un agudo empobrecimiento" de la industria española si no se respetan los derechos de autor y la propiedad intelectual, dio en la diana. "La distribución ha sido mucho mejor para Grupo 7, que suma ya 400.000 espectadores. Una cifra muy buena pero inferior a 7 vírgenes, que fue un fenómeno de taquilla que nos sorprendió incluso a nosotros. Pero claro, eran otros tiempos", asevera, presto a defender la proyección internacional de esta historia ambientada en la Sevilla previa a la Expo 92 que llegó a estar preseleccionada para representar a España en los Oscar. "Realmente Grupo 7, con su excelente balance artístico, ha supuesto la confirmación de La Zanfoña como productora pero, sobre todo, del enorme talento de Alberto Rodríguez como director".

Un oficio que no se vio completamente reconocido en los Goya, donde Juan Antonio Bayona logró el premio a mejor director por Lo imposible y Pablo Berger se hizo con 10 trofeos por Blancanieves. Grupo 7 optaba en 16 candidaturas y logró sólo dos pero éstas han reconfortado a todo el equipo. "No hay un premio que le guste más a un director que el de sus intérpretes porque, de algún modo, se le premia también a él, a su trabajo. No hay coherencia actoral si no se está bien dirigido. Es muy bonito que le hayan dado a Joaquín Núñez, a sus 50 años, el premio en la categoría de actor revelación y confirma la habilidad de Alberto Rodríguez y del equipo de casting, como ya nos sucediera con Jesús Carroza, que obtuvo con 18 años el Goya al actor revelación por su papel de Richi en 7 vírgenes. Núñez es un actor y un profesor maravilloso. Que encima hayan premiado como secundario a Julián Villagrán, actorazo donde los haya y amigo nuestro de toda la vida, es para estar muy contentos".

¿Y no les deja un sabor agridulce que el malagueño Antonio de la Torre regresara con las manos vacías? Iglesias responde tajante. "Todos nosotros sabíamos, y Antonio el primero, que el Goya sería para José Sacristán. Si no hubiera estado nominado, De la Torre habría tenido, en mi opinión, todas las papeletas para ganar".

Al preguntarle si siente que hay un lobby madrileño y barcelonés en la Academia, un tanto miope o ajeno a los logros del cine que se hace ahora en Andalucía, y del que Grupo 7 sería un magnífico ejemplo, Iglesias se muestra cauto. Pero, tras pensarlo dos veces, reconoce que "es verdad que la mayoría de los académicos son madrileños y que también hay muchos de Barcelona. Y eso se nota. No porque haya discriminación sino porque, lógicamente, uno acaba viendo los trabajos que le cogen cerca, de los colegas, del entorno. Por eso valoro tanto el premio a Juan de los muertos. Creo que es la primera vez que una producción andaluza es distinguida como mejor película; lo normal es que acaparemos premios técnicos y artísticos. Se está abriendo brecha, camino".

En ese itinerario, Iglesias apoya que la Junta quiera iniciar el desarrollo de un marco normativo para regular la actividad cinematográfica andaluza. "Totalmente. Es una reivindicación del sector audiovisual, muy nuestra. Conllevaría, por ejemplo, que en Andalucía haya un registro de empresas, que se puedan expedir desde aquí certificados de nacionalidad para coproducir, como sucede ya en Cataluña y en Euskadi. Son medidas que se dan en otras comunidades y que deben ser transferidas".

En cuanto a las controversias que ha generado el carácter político de la gala de los Goya, con numerosas críticas a los recortes del Gobierno y a la política cultural del ministro Wert, presente en el acto, Iglesias resta gravedad al tema. "Mi sensación personal es que la gala fue divertida e hizo que la gente se lo pasara bien un domingo por la noche. Se reivindicaron cosas muy justas que están en la sociedad. Eva Hache y su equipo trataron temas que la gente quería escuchar. Y, sobre todo, se habló -y mucho- de cine". Lo que más le gustó, por ello, fue que González Macho subrayara que el cine "no es ni de los de la ceja, ni de los del bigote ni de los de la barba, sino que pertenece a todos porque es un derecho de los ciudadanos". "A ver si por fin dejamos de usar el cine como arma arrojadiza y nos pone a todos de acuerdo, como pasa en Francia, porque realmente en este mundo hay de todo, gente en extremos distintos, como pueden ser Javier Bardem y José Luis Garci, y no pasa nada. Al final, cuando nos sentamos a tomar un café, de lo que hablamos es de cine".

Lo que sí lamenta es el error de Adriana Ugarte, que al entregar el premio a la mejor canción original anunció al compositor sevillano Pablo Cervantes y Los niños salvajes en lugar del tema de Blancanieves. "Adriana es una actriz maravillosa que debutó con nosotros en Cabeza de perro. Se vive mucha tensión en esos momentos y para Cervantes tuvo que ser terrible. Algo así no había pasado nunca, es una lástima", concluye.

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