Cultura

"El arte radica en decir la verdad"

  • Las sobrias y espirituales geometrías de este pintor pueden verse hasta el domingo en la muestra que la Casa de la Provincia dedica al Grupo Pegamento de la mano de Unicaja

Joaquín González 'Quino' junto a uno de los lienzos pertenecientes a su serie 'Geometrías alternativas'.

Joaquín González 'Quino' junto a uno de los lienzos pertenecientes a su serie 'Geometrías alternativas'. / juan carlos vázquez

Entre los notables pintores que residen o tienen su estudio en el barrio de San Lorenzo, del que también era vecino el recordado maestro Pepe Soto, se cuenta Joaquín González Quino (Mérida, 1946), representante de una estética muy personal, atenta al espacio y al color, que puede admirarse en la muestra colectiva que la Casa de la Provincia dedica hasta el próximo domingo al Grupo Pegamento, del que es miembro fundador.

-Expertos como Paco del Río han llamado la atención sobre el carácter espiritual de su pintura y las tensiones que subyacen tras su aparente simplicidad formal.

-Mi pintura trata fundamentalmente de los espacios y de su búsqueda. Intento guiar al espectador por un universo de experiencias a través de esos espacios. Mi obra más reciente es geométrica, tiene vida y alma, pero a la vez todo parece muy estático; es la parte de mi producción que interesa más a los arquitectos. Primero aboceto el espacio mediante triángulos y otros polígonos, y luego aplico los colores. Soy muy metódico y no trabajo el lienzo hasta que he estudiado bien sobre el papel ese equilibrio de masas, volúmenes y colores a que aspiro.

-¿Por qué tituló 'Geometrías alternativas' esta serie reciente?

-Es un título que le dio Andrés Luque Teruel, profesor de Historia del Arte en la Universidad de Sevilla y estudioso de mi obra, sobre la que prepara una monografía. Yo no me hago esas preguntas, me planteo cuestiones técnicas y formales, el título es mi última preocupación. Luque Teruel sostiene que mi pintura, con sus variados recursos, es más postmoderna que informalista y que en Geometrías alternativas las texturas matizan los planos sintéticos, muy acotados, que articulan la composición.

-En los 80 practicó una pintura matérica, con mucho empaste, pero su paleta actual es muy sobria y depurada. ¿A qué se debe?

-En aquellos años 80 el gesto tenía mucha importancia y se trabajaba con mucho empaste pero yo siempre procuré que mi pintura resultara ágil, comprensible, y ese afán de inteligibilidad está en deuda con mi labor previa en el taller de grabado y estampación del gaditano Manuel Manzorro. En el año 2000 empecé a trabajar con telas y ahora mi pintura, aun siendo figurativa, está más cerca de la abstracción. Lo cierto es que siempre me interesó mucho el negro, un color que puede resultar serio pero que a mí me apasiona; no lo uso para oscurecer sino para ofrecer múltiples significados. En cambio nunca empleo el blanco puro, siempre está manchado o matizado. Cuando era niño, y los Reyes Magos me traían un bloc y lápices de colores, recuerdo que me daba pánico enfrentarme a la página en blanco. Y aún le tengo respeto, por eso mancho siempre el cuaderno antes de empezar a dibujar.

-Durante años ha realizado para diversos estudios arquitectónicos la planimetría de edificios protegidos, como diversos conventos sevillanos, tema éste al que ha vuelto ahora para ilustrar con acuarelas el libro del escritor y dermatólogo Ismael Yebra Entre monjas y frailes.

-Me gusta mucho diseñar y he hecho muchos levantamientos de edificios que iban a ser restaurados, midiendo y dibujando sus plantas, alzados y secciones con rotuladores Rotring, cuando aún no había ordenadores. Todo ese bagaje lo ha aplicado a mi pintura y a esas acuarelas a las que se refiere para el libro sobre conventos y monasterios de Ismael Yebra, un erudito que a su gran personalidad une un sincero interés por el arte. Me siento especialmente orgulloso de las acuarelas que ilustran los conventos de San Leandro y Santa Inés de Sevilla. Trabajé del natural, que es algo que te permite palpar con la vista la energía, el nervio y la vida de esos espacios, algo que se pierde si dibujas a partir de fotografías.

-Aunque nació en Extremadura, comunidad que le ha dedicado diversas exposiciones, su carrera se ha desarrollado en Sevilla. ¿Qué peso han tenido Murillo y la tradición barroca en su obra?

-Murillo no ha sido una referencia esencial para mí a diferencia de Velázquez y, sobre todo, de Goya. El Goya de los grabados y las pinturas negras es el que más me interesa. Admiro esa personalidad suya que nos narra con valentía y crudeza lo que está viviendo, sintiendo y padeciendo en ese preciso momento. El arte radica en expresar tus inquietudes como parte de la sociedad y decir la verdad, y denunciar si es preciso, para que la gente se dé cuenta de que las cosas no son lo que a menudo aparentan.

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