Solistas: Soledad Cardoso, soprano; Guillermo Peñalver, flautas. Director: Enrico Onofri. Programa: 'El sueño de Don Quijote en una noche de verano: música en torno a Cervantes y Shakespeare' (obras de Conti, Vivaldi, Telemann, Locke, Purcell y Haendel). Lugar: Centro Cultural Cajasol. Fecha: Lunes 11 de febrero. Aforo: Casi lleno.

Dos de las personalidades más extraordinarias de la cultura occidental (Cervantes y Shakespeare) recreadas en medio de una incruenta batalla de estilos. Esa fue la original apuesta de la OBS para un recital que contó una vez más con la encendida dirección de Enrico Onofri desde el primer violín, la bellísima voz de la soprano argentina Soledad Cardoso y la musicalidad y virtuosismo de Guillermo Peñalver con diversos modelos de flauta dulce.

Fuerte contraste entre el estilo francés de la suite, rastreable tanto en el Don Quijote de Conti como en el de Telemann, en La tempestad de Locke como en La reina de las hadas de Purcell, y el italiano del concierto (La Notte de Vivaldi) y el aria ("Da tempeste" del Giulio Cesare de Haendel).

Música orquestal interpretada por solistas, en un formato a voz por parte que hoy se ha hecho ya bastante habitual y que funcionó por la finura del fraseo y el contrastado tratamiento de agógicas y dinámicas (muy enfatizado en el concierto vivaldiano, al que Peñalver imprimió soberbia teatralidad) así como por el juego con el color, en obras descriptivas que se prestan muy bien a ello y que se apoyó en un bajo continuo excepcional. Ocasionalmente se echó en falta un poco más de peso, de fibra, como en el aria de Haendel, que Cardoso cantó atendiendo más a la expresión que a la exuberancia de las agilidades. La joven soprano, timbre hermoso, homogeneidad, afinación, elegancia, mostró especial afinidad con la música de Purcell, especialmente en un conmovedor Lamento de The Fairy Queen.