Crítica 'Informe general II: El nuevo rapto de Europa'

La calle tras el cristal

Informe General II: el nuevo Rapto de Europa. Ensayo documental, España, 2016, 126 min. Dirección y guión: Pere Portabella. Fotografía: Elisabet Prandi. Proyección: Hoy en el Teatro Alameda a las 20:30, dentro del ciclo 'SEFF365'.

Casi 40 años después del Informe General sobre algunas cuestiones de interés para una proyección pública (1976-1977), con una carrera cinematográfica, política e intelectual consolidada y celebrada (más fuera que dentro de España), Pere Portabella se siente de nuevo impelido a sus 88 años a volver sobre la convulsa realidad política nacional, ahora mucho más compleja e integrada en una trama global, de nuevo con una voluntad totalizadora, reivindicando a esos dos grandes olvidados que son el arte y la ciencia, aunque sin perder nunca de vista que su discurso, aparentemente documental, no puede esconder un posicionamiento ideológico (a un tiempo lúcido y algo ingenuo en sus esperanzas de futuro: véase ese final con la imagen del rostro de una joven congelado sobre una pila de urnas) y una mirada subjetiva a una serie de cuestiones que van de la crisis y la emergencia de los movimientos sociales a la ciencia, de la función de las instituciones culturales al papel de los intelectuales en los procesos de alerta o voluntad de cambio de la situación, una situación que se avista en el límite del colapso.

Como ya ocurría en el primer Informe, Portabella trabaja su dialéctica fílmica sobre la fluidez del movimiento constante y la invisibilización fantasmal del otro, a saber, dejando fuera de cuadro o a través de estrategias formales concretas (véase, por ejemplo, el recorrido por la mesa vacía el consejo de administración del Museo Reina Sofía donde, a falta de sus miembros, se sobreimpresionan sus nombres y cargos en rótulos) a los representantes de un viejo régimen que es sometido aquí a una suerte de enmienda a la totalidad.

Portabella otorga de nuevo voz comunitaria, a través de paseos, reuniones, encuentros y conversaciones y con las arquitecturas institucionales o las imágenes de los telediarios como telón de fondo, a destacados protagonistas o pensadores de esta supuesta segunda transición que, al rebufo del 15-M, polariza el espíritu del filme: Borja-Villel, Negri, Colau, Raventós, miembros del círculo universitario de Podemos, de la Asamblea Nacional Catalana (el asunto catalán ocupa, qué duda cabe, un bloque importante del filme) o científicos del CSIC debaten desde sus respectivos ámbitos para tejer un gran tapiz de ideas sobre el estado de la cuestión que funciona como una foto fija del momento y un desideratum de cambio.

El filme deja fuera a las dos grandes fuerzas políticas de la historia reciente, también a otros partidos emergentes como Ciudadanos, para centrarse en las consecuencias de la oleada provocada por el 15-M y su posterior cristalización en Podemos, tomando un claro partido por su discurso de "regeneración democrática y de las instituciones", en ocasiones con un punto de ingenuidad utópica, en otras demasiado complaciente con esa palabrería académico-analítica (del "empoderamiento" a la "trazabilidad de la gobernanza", de "prótesis colectiva" al "museo líquido") que parece enmascarar y apropiarse de la realidad antes que arrojar luz (común) sobre ella.

Frente a algunos de estos discursos e intercambios algo rígidos, Informe General II nos reserva para su tramo final, a través de un grupo de científicos sentados en la cantina de su lugar de trabajo, la exposición más clara de ideas, hechos y posibles soluciones para asuntos de vital importancia como el cambio climático, el agotamiento de los recursos energéticos o la gestión del trabajo. La cámara fluida y circular acompaña aquí sin coartada para dejar oír discursos sencillos que no parecen tan contaminados por esa nueva retórica política que Portabella no parece haber cuestionado más a fondo.

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