Memorias (fotográficas) de ultratumba
Ernest Cole: Lost & found | Crítica

La ficha
*** 'Ernest Cole: Lost and found'. Documental, Francia, 2024, 103 min. Dirección y guion: Raoul Peck. Fotografía: Wolfgang Held, Moses Tau. Música: Alex Aigui.
Es la propia voz de Ernest Cole (1940-1990) la que nos habla desde la tumba para contar su propia historia como fotógrafo testigo del Apartheid sudafricano, la Norteamérica olvidada y las duras calles del Nueva York de los 60 y 70, la historia de un exilio forzoso y un desgarro interno que lo acompañó hasta su temprana muerte a los 49 años. También la del misterio que llevó buena parte de su archivo fotográfico desaparecido e inédito a una caja fuerte de un banco en Suecia hasta que en 2017, a instancias de no sabe quién, se llamó a sus herederos para que se hicieran cargo de aquel legado para depositarlo en su país natal y mostrarlo desde allí al mundo.
El especialista de origen haitiano Raoul Peck, de quien recordamos especialmente aquel memorable documental I am not your negro sobre el escritor y activista gay afroamericano James Baldwin, nos da a ver ese archivo narrado por una voz que, desde el más allá y con evidente pesadumbre cargada de rabia, pone en contexto una época y sus circunstancias, marcadas por el brutal régimen racista en Sudáfrica (que plasmó en un memorable fotolibro de juventud titulado House of bondage) y por otras formas de discriminación en Estados Unidos, a donde llegó casi con lo puesto en 1966; pero también una voz sincera y herida por la sensación constante de vivir bajo la injusticia, el miedo y el desplazamiento, la voz de un doble exiliado de las raíces y de sí mismo, hasta el punto en que acabó sus días casi en la indigencia y el olvido después de haber (sobre)vivido gracias a las becas artísticas.
Tal vez sea esto último lo que hace más interesante, intenso y, por momentos, emocionante a este documental, al que Peck superpone también algunas entrevistas de archivo, imágenes actuales de los lugares un día transitados por Cole, incluida la cama de hospital donde murió junto a su madre en Nueva York, y fragmentos de noticiarios o documentales de la época que ponen el contexto histórico de la barbarie, la lucha por los derechos civiles o las circunstancias geopolíticas.
Pero sobre todo esas fotografías recuperadas, esa mirada honesta y humanista en busca de otras miradas e identificaciones, siempre urgente y empática con las víctimas, una mirada-crónica primero de un régimen atroz, y luego transfigurada en otras formas de violencia y marginación que el propio Cole siempre sintió como propias.
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