Música

Cómo llenar un escenario: Il Divo en Cabaret Festival

  • El cuarteto actuó ante más de 2.000 espectadores en el Centro Hípico de Mairena del Aljarafe

Concierto de Il Divo

Concierto de Il Divo / José Angel García (Sevilla)

Escuchábamos éxitos de Julio Iglesias minutos antes de que empezara el concierto de Il Divo en el Centro Hípico de Mairena de Aljarafe. Una imagen que anticipaba lo que nos íbamos a encontrar: sonidos de atmósferas elegantes, distinguidas, cautivadoras. El ambiente acompañaba: indumentaria arreglada, de sábado noche -chaquetas y algún brilli-brilli por ahí- para recibir al seductor cuarteto, el cual inició su carrera en el año 2003, y el cual sufrió la pérdida de uno de sus integrantes, Carlos Marín, el pasado año -fallecido por COVID-.

Casi puntuales, a las diez menos cinco de la noche, comenzaron a sonar los primeros instrumentos de la orquesta: armoniosos violines introdujeron al auditorio en el espectáculo. Y al finalizar esta breve introducción salieron al escenario los tres miembros fundadores de Il Divo. Primeros aplausos al comenzar y al terminar su versión de I’ll be there, de The Jackson 5.

“Este es el tour más difícil que hemos hecho”, comentó el cantante David Miller, quien dedicó unos minutos a recordar a su compañero Carlos Marín -este concierto fue un tributo a su figura-. Estas palabras de homenaje y de recuerdo fueron refrendadas por sus otros dos compañeros de grupo, emocionados al visitar Sevilla por primera vez en los dieciocho años de historia de Il Divo. “Una ciudad maravillosa”, apunto otro de los componentes.

No tardaron los tres artistas en presentar al nuevo componente del cuarteto: el barítono Steven LaBrie, quien salió al escenario entre aplausos y gritos de “guapo”. De inmediato, sonaron canciones como Nella fantasia, del primer y exitoso disco de Il Divo; temas que se iban intercalando con las intervenciones de los artistas de este cuarteto. Intervenciones que iban del humor a la emoción, de la complicidad entre ellos a relatar las anécdotas que vivieron con su compañero Carlos Marín.

“Hasta mi final” fue otro de los temas que interpretó Il Divo en Cabaret Festival. Una vibrante interpretación que conmovía al público, sentado en sillas, situadas en el césped del Centro Hípico de Mairena. Fue finalizar y de nuevo la ovación, los aplausos y una conexión especial -vimos al público en pie casi al inicio del concierto, un público entusiasmado-. Il Divo conoce las reglas para llenar un escenario. Para moverse en él. Para articular una actuación sin decaer a lo largo de sus minutos -con canciones de ritmos pausados-. Hubo hasta ramos de rosas entregados desde el público.

Sonó For once in my life, con el que Il Divo logró que los asistentes levantaran los brazos de un lado a otro. Al concluir, siguieron los artistas con My girl, canción de su último disco. Palmas al ritmo de la melodía para unas voces que recordaban a Sinatra, con esos graves bien medidos. Y de las palmas directamente al baile: público en pie para Ain’t no mountain high enough, mítico tema que fue un punto de inflexión en el tono general del concierto.

Hubo también lugar para la nostalgia con Regresa a mí , uno de aquellos singles que encumbraron a Il Divo a principios de la década de los dos mil. “Qué bonito, hijo”, “óle”, respondieron desde el fondo de la grada. Y de nuevo la ovación y el entusiasmo para un cuarteto que seguía seduciendo, deleitando, conmoviendo.

Aleluya fue la canción escogida para dedicársela al compañero fallecido -representado en una silla vacía del escenario, junto a los tres componentes-. Emocionó también la interpretación de la banda sonora de la película Titanic, My heart will go on.

El concierto culminó con un auditorio formado por estrellas que emanaban de las luces de los móviles. En memoria de Carlos Marín. Público en pie, gratitud y aplausos para un Il Divo que llenó el escenario con sus voces, sus intervenciones y su música.

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