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Arte

El Prado muestra 'Las hilanderas' tal y como lo pintó Velázquez

  • La obra se expone con un nuevo marco que oculta los añadidos que se realizaron en el XVIII

‘Las hilanderas’ de Velázquez con el marco móvil que enmascara las bandas añadidas en el XVIII.

‘Las hilanderas’ de Velázquez con el marco móvil que enmascara las bandas añadidas en el XVIII. / Javier Lizón / Efe

Las hilanderas de Velázquez, una de las grandes obras maestras del arte europeo, se presenta al público con un nuevo marco que oculta a la vista los añadidos que se realizaron en el siglo XVIII sobre el lienzo original y permite contemplar la composición tal y como la concibió el maestro.

Velázquez pintó Las hilanderas hacia 1655-60 y en esta obra los elementos principales de la historia se encuentran en el espacio del fondo, donde la diosa Palas, armada con un casco, discute con Aracne, compitiendo sobre sus respectivas habilidades en el arte de la tapicería. Tras ellas se encuentra un tapiz que reproduce El rapto de Europa que pintó Tiziano para Felipe II y que a su vez Rubens copió durante su viaje a Madrid en 1628-1629. Era una de las historias eróticas de Júpiter, padre de Palas, que Aracne había osado tejer y que sirvieron a Palas de excusa para convertirla en araña.

Durante el siglo XVIII se añadieron una ancha banda superior (con el arco y el óculo) y bandas más pequeñas en los extremos derecho, izquierdo e inferior. Esas alteraciones afectaron a la lectura del contenido, pues dieron como resultado que la escena que transcurre ante el tapiz se perciba más alejada. En consecuencia, durante mucho tiempo los espectadores del cuadro han visto en él la representación de una escena cotidiana en un taller de tapicería con un primer plano en el que Velázquez representó tareas relacionadas con el hilado y un fondo con unas damas de pie ante un tapiz.

El nuevo sistema de enmarcado desarrollado por el Museo Nacional del Prado, apoyado por American Friends of the Prado Museum gracias al patrocinio de la Fundación American Express, contribuye al mejor entendimiento de la obra enmascarando la ampliación, pero conservándola, ya que se trata de una intervención histórica que no se debe perder.

El segundo plano, la escena que ocurre ante el tapiz, cobra ahora su protagonismo original

Según el jefe de Conservación de Pintura Española del Prado, Javier Portús, la razón de ampliar el cuadro de Las hilanderas, como ocurrió con otras obras de la época (dos de ellas retratos ecuestres también de Velázquez) fue puramente decorativa: había que llenar las paredes del recién estrenado Palacio Real y se necesitaban cuadros grandes. Pero en el caso de Las hilanderas, que adornó el comedor del rey en el Palacio Real, estas alteraciones afectaron a la lectura del contenido del cuadro pues provocaron que la escena que transcurre ante el tapiz que reproduce El rapto de Europa, en un segundo plano tras las tejedoras, se percibiera más alejada. Este plano cobra ahora el protagonismo que Velázquez quiso darle al no verse estos añadidos gracias a un marco móvil que es la primera entrega del proyecto Enmarcando el Prado.

Andrés Úbeda, director adjunto de Conservación del Museo, explicó este lunes que el delicado estado de conservación de Las hilanderas impidió que los añadidos pudieran ser eliminados como se ha hecho en otros cuadros en mejor estado (por ejemplo los retratos ecuestres de Felipe III y Margarita de Austria) y por eso se decidió restituir su tamaño original a través de este sistema móvil, un prototipo "pionero en el mundo". "No existe ningún otro ejemplar parecido, ya que es algo más que un marco, permite una total integración estética de la obra en la arquitectura de la sala de exposición, facilita su conservación y no proyecta ninguna sombra sobre la pintura".

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