Jorge Martí. Músico y escritor

"La vida no es una cuenta de Instagram, en ella no hay filtros para suavizar las cosas"

  • El líder de la banda La Habitación Roja publica 'Canción de amor definitiva', un libro sobre su vida entre España y Noruega, su música y su trabajo en una residencia para personas con alzhéimer

El vocalista y compositor de La Habitación Roja Jorge Martí.

El vocalista y compositor de La Habitación Roja Jorge Martí. / Jordi Santos

Jorge Martí, el líder de la banda valenciana La Habitación Roja, publica en Plaza y Janés Canción de amor definitiva, una inmersión en su propia memoria y vida, entre Noruega y España, un libro en el que retrata las giras y conciertos y su trabajo en una residencia para personas con alzhéimer.

–¿En Canción de amor definitiva de qué hay más, de expiación, de necesidad, o de liberación?

–He tratado de hacer un escrutinio de mi memoria, de mis recuerdos, rellenando los huecos con un ejercicio narrativo, para que la historia cuente con una estructura que fluya. He buscado no blanquear mi memoria, ir al hueso directamente y hacer un examen de conciencia. Y por eso he hecho todo lo posible por ponerme en la piel de las otras partes, para intentar comprenderlas, y eso es algo que te ayuda a pasar página y olvidar el rencor. Ha sido un duro ejercicio de introspección, pero creo que me ha hecho mejor como persona.

–Leyendo su libro, hay una sensación de desubicación permanente, más allá de la geografía, que también.

–Haciendo este autoanálisis me he dado cuenta de eso, precisamente. Yo fui un chico muy sensible, pero al mismo tiempo no pasé nunca desapercibido. Jugaba bien al fútbol, era una persona muy abierta, tenía cierto éxito con las chicas… no me considero un desplazado o marginado, pero siempre he tenido esa sensación de no pertenencia a un lugar o grupo concreto. Por circunstancias, nos fuimos a vivir a una zona que en su momento era fantasmal, y por eso en el pueblo (L’Elenia) me veían como una especie de chaletero (forastero), y los de los chalés que venían en verano me veían como uno del pueblo. Con la música me pasaba algo parecido, a casi nadie le gustaba la que yo escuchaba. Vivir en dos países diferentes, y tener dos profesiones tan sumamente diferentes, hace que aumente esa sensación de no estar realmente en ningún sitio, y estar fallando a la otra parte.

"No me considero un marginado, pero siempre tuve la sensación de que no pertenecía a un lugar o a un grupo concretos"

–¿Se ha sentido cómodo escribiendo Canción de amor definitiva o ha sido duro sacar todo eso de dentro?

–Ha habido momentos duros, y otros increíblemente bonitos. Disfruto escribiendo sobre el pasado que tenemos asumido, me parece hasta entrañable recuperar traumas de juventud, que me afligían mucho en su momento. Yo lo veo como un libro de aventuras en clave de tragicomedia. Me gustan esos contrastes, porque son muy reales: la vida es así. El otro día viajaba en tren por Noruega y llamé a mi madre para decirle que no se agobiara al leer el libro y su respuesta consiguió calmarme. ‘No pasa nada, cuentas tu vida, hay cosas peores’, me dijo, y al escucharla no pude dejar de llorar, porque me había quitado todo el miedo. Si empiezas a escribir un libro pensando lo que va a decir tu madre, tu tía o tu hermano, es mejor que no lo escribas. Yo he llamado a las personas que aparecen en este libro y les he preguntado si podía contar tal o cual situación, y me ha sorprendido que la mayoría han aceptado. No he querido llevar a cabo ajustes de cuentas ni venganzas.

Jorge Martí. Jorge Martí.

Jorge Martí. / Jordi Santos

–Escribir un capítulo, componer una canción… ¿Son procesos creativos muy diferentes?

–Escribiendo canciones tengo mucho oficio, porque he seguido una línea en el tiempo. Precisamente, las canciones han sido muy importantes a la hora de escribir este libro, ya que he tirado de ellas. Me ha sucedido algo parecido a lo que podemos ver en algunas series de televisión, como True Detective: he colocado sobre la mesa las fotografías, los recuerdos y detalles del pasado, todas las pruebas. Aunque las canciones son más inmediatas, me han servido como esas pistas con las que he conformado este mapa, que ha sido mi vida hasta ahora.

–La Habitación Roja no es sólo su banda, es otra familia, otro espacio muy importante de su vida.

–Mi anhelo era el de escribir una historia en el que estuvieran presentes todos los ingredientes que han conformado mi vida, pero también quería que fuera un libro en el que se pudieran identificar todas las personas que han seguido a La Habitación Roja a través de los años, y que pudieran encontrar las claves de nuestras canciones. Por eso también ha sido un reto el escribir un libro que pudiera leer perfectamente alguien que no sabe quién es La Habitación Roja y hasta que, incluso, no le guste la música. Me encantaría que Canción de amor definitiva le sirviera a alguien para repasar su propia vida.

"Si escribes un libro sobre tu vida temiendo qué van a pensar tu hermano o tu madre es mejor que no lo escribas”

–Por el intenso ejercicio de memoria, en el sentido más amplio, demuestra que tiene conciencia plena de lo que ha sido su vida. ¿Cómo la definiría, ha sido la que quería?

–Podría responder con una canción de La Habitación Roja titulada La segunda oportunidad, que habla de eso precisamente. Si volviera a nacer de nuevo creo que seguiría los mismos pasos que me han llevado hasta conocer a Ingrid, mi mujer, y hacer las cosas que he hecho. Evidentemente, tengo nostalgia de cosas que no he vivido, porque en la vida vas decidiendo y vas escogiendo las cosas que suceden, y eso impide que otras no sucedan. No puedes enamorarte de dos personas a la vez, no puedes ver dos canales de televisión al mismo tiempo… He aprendido que las malas decisiones, el optar por caminos equivocados, con frecuencia concluyen en maravillosas oportunidades. Si me detengo a pensarlo, yo tendría que haber estado en otro sitio y no haber conocido a Ingrid. Por eso suelo recordar mucho un diálogo de Nawja Nimri en Los amantes del circular polar [Julio Medem, 1998], en el que dice: ‘Estoy aquí esperando la casualidad de mi vida’. Todos estamos esperando esa casualidad que nos puede traer cosas maravillosas. Me siento afortunado, a pesar de todo, porque la vida no es una cuenta de Instagram, en ella no tienes filtros para suavizar las cosas.

–¿Habrá más libros de Jorge Martí? ¿Tal vez ficción?

–Durante el rodaje del documental [En medio de la nada, de Mia P. Salazar] me pidieron que mi yo presente le escribiera una carta a mi yo pasado. Puede que ese ejercicio, que llevé a cabo solo, en una cabaña en Noruega, fuera el que me animara a escribir este libro. Me llena escribir, aunque no me siento escritor. Tampoco me siento un músico, sino un hacedor de canciones. Creo en la artesanía de hacer canciones. No sé si habrá un libro de ficción, pero sí tiene que haber un libro que complemente a este, pero cuando pueda contarlo todo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios