La (otra) llamada de Jesús López Cobos

Música clásica | Cine

Cristina Otero presenta en Sevilla 'Música en las manos', su documental sobre el reputado director de orquesta fallecido en marzo del año pasado

Cristina Otero, directora y guionista de 'Música en las manos', este lunes en los cines de Nervión Plaza.
Cristina Otero, directora y guionista de 'Música en las manos', este lunes en los cines de Nervión Plaza. / Juan Carlos Muñoz
Francisco Camero

13 de mayo 2019 - 20:41

Sevilla/Antes que el maestro, antes que el primer director de orquesta español en subir al podio de La Scala de Milán, de la Ópera de París, del Covent Garden de Londres y del Metropolitan de Nueva York, antes que el director de la Ópera de Berlín, de la Orquesta Nacional de España o del Teatro Real, mucho antes que todo eso fue el chiquillo que ingresó en el seminario creyendo que lo llamaba Dios, cuando en realidad lo hacía la música.

En este camino, al que dedicaría toda su vida, se inició como cantante del coro de la catedral de Málaga, a la que iba con sus padres, muy creyentes, él funcionario de Correos de Toro destinado temporalmente en el sur y amante de la música alemana, ella ama de casa y apasionada de la zarzuela. De la mano de ambos se adentraba todos los domingos en el templo Jesús López Cobos. Y allí, escuchando el coro que hacía volar la liturgia, sintió la llamada. Años después, con la llegada de la pubertad, se daría cuenta de que el celibato no era para él, abandonó su conato sacerdotal, se marchó a Granada para estudiar Filosofía y Letras, formación que terminaría en Madrid, poco antes de iniciar en Viena sus estudios de dirección orquestal.

El propio López Cobos, fallecido en Berlín en marzo del año pasado, narra su vida en Música en las manos, un documental dirigido por Cristina Otero que se ha presentado este lunes en Sevilla, en los cines del centro comercial Nervión Plaza, tras su paso por Madrid y Zamora, cerca de Toro, donde nació en 1940 el que sería una de las grandes figuras españolas de la música clásica en España durante el siglo XX.

El documental, explica Otero, nacida en Sevilla pero afincada en Madrid desde hace décadas, recorre la trayectoria de López Cobos partiendo de los recuerdos y reflexiones del propio protagonista, con el que la directora y guionista de este trabajo compartió horas y horas de conversaciones durante años. Otras voces evocan su figura: sus cuatro hijos, tres biológicos y uno de su última esposa; la violinista alemana Arabella Steinbacher, la estrella del canto español Plácido Domingo, la soprano japonesa Mihoko Fujimura... Y en el retrato que propone Música en las manos, explica Cristina Otero, aparece un hombre "cordial, muy inteligente, buen conversador, tímido y reservado pero con mucho sentido del humor, sencillo en su trato y en sus maneras, nada divo, y que tenía una forma muy profunda de sentir la música, porque no en vano la música era su vida".

El director de orquesta Jesús López Cobos (1940-2018).
El director de orquesta Jesús López Cobos (1940-2018). / Ángel Díaz (Efe)

Entre fragmentos de obras de Beethoven, Mozart, Bruckner, Falla, Chaikovski, Poulenc o Ravel dirigidas por el propio López Cobos, y mostrando momentos del maestro en acción durante los ensayos de una producción de Turandot en Berlín, de La Cenerentola en Viena o de la preparación junto a la Joven Orquesta Nacional de España (con la que interpretó cuatro de las nueve sinfonías de Beethoven con las que completó su histórico maratón en el Auditorio Nacionalmaratón en junio de 2013), el documental muestra también la especial relación que tuvo el director de orquesta con seis ciudades: Toro, por motivos evidentes; Málaga, donde como se ha apuntado ya descubrió la vocación a la que se consagraría para siempre; Madrid, donde terminó sus estudios y se diplomó en Composición; Viena, donde se formó como director; Berlín, donde residió durante 20 años y se casó dos veces; y finalmente Lausana, en Suiza, donde vivió los últimos años de su vida.

"Seré franca: esta película gustará sobre todo a los melómanos... Pero a cualquier persona con un poco de sensibilidad le puede llegar –afirma Otero–. El jueves en Madrid, tras la primera proyección, mis hijos, dos chicos jóvenes a los que les gusta el rap y no tienen relación con la música clásicas, me dijeron: mamá, yo quiero escuchar la Sexta de Beethoven entera; y yo quiero escuchar ese concierto de Ravel... Es decir, me dijeron lo mejor que me podría decir alguien después de ver el documental. Y creo que es lo que más le hubiera gustado a Jesús: la película transmite su pasión, da ganas, ganas de escuchar más, de profundizar en toda esa música que él tanto amó".

Tras su ciclo comercial por salas, cuya duración y recorrido "dependerá de la acogida del público", ya que la distribución de la película sigue la fórmula del cinema event (los cines, en función de la demanda, programan proyecciones especiales), Música en las manos podrá verse en Televisión Española, que participa como coproductora de la obra. Más tarde se pondrá a la venta en DVD, y finalmente –gracias al apoyo de Acción Cultural Española– la película estará disponible en la red de sedes del Instituto Cervantes, además de en todos aquellos conservatorios y escuelas de música que pidan el documental, a los que será donado por decisión expresa de sus productores.

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