El periodismo de Benito Pérez Galdós: actualidad sin tiempo
Cultura
La Fundación Cajasol celebra las III Jornadas de Letras Ibéricas, un encuentro entre la literatura española y portuguesa organizado por la Real Academia Sevillana de Buenas Letras en colaboración con la Fundación José Saramago y con el patrocinio de la citada entidad
Las jornadas, coordinadas por la periodista y escritora Eva Díaz Pérez, se ocupan del periodismo de dos autores destacados de nuestra literatura universal: José Maria Eça de Queirós y Benito Pérez Galdós
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Hay una literatura que suele pasar desapercibida: la que a diario se publica en los periódicos. Es una literatura considerada menor –a veces ni se la considera-, aunque haya sido la escuela, o el gimnasio, que ha dado dominio y fuerza a tantos nombres destacados de la novela, del ensayo o de la poesía. El periodismo sería algo así como un prólogo de nuestra literatura. El anticipo de los futuros autores –de su mirada, personalidad, estilo-. Incluso un reflejo inmediato, un calco de urgencia, de esas ideas que luego se depuran en las largas reflexiones de un ensayo.
La Fundación Cajasol –en Sevilla- acoge estos días, del 20 al 22 de mayo, la tercera edición de Letras Ibéricas, jornadas cuya organización corre a cargo de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras y cuenta con la colaboración de la Fundación José Saramago y con el patrocinio de la propia Fundación Cajasol. En Letras Ibéricas converge la literatura portuguesa y la literatura española, divulgando y comentando a autores de la península, con la coordinación de la escritora y periodista Eva Díaz Pérez. Esta edición, que hoy culmina, se ocupa de la obra periodística de José Maria Eça de Queirós y de Benito Pérez Galdós. Dos escritores cuyas trayectorias coinciden en cuestiones puntuales. Una literatura similar, por ejemplo. Un tiempo común –que influye en la mirada de cada uno-, también.
Para abordar estos temas se han citado, además de Eva Díaz Pérez, a cuatro especialistas y estudiosos: Carlos Reis, profesor emérito de la Universidad de Coimbra; Mercedes Comellas, catedrática de Literatura Española de la Universidad de Sevilla; Antonio Molina Flores, escritor; y Germán Gullón, crítico literario, también escritor y autor de la biografía Benito Pérez Galdós, maestro de las letras modernas –libro que mereció el Premio de las Letras Ciudad de Santander-.
El periodismo de Benito Pérez Galdós, en definitiva, “trascendió esa crónica del instante gracias a sus páginas inmortales”
Las jornadas se iniciaron con dos charlas: Novela y periodismo entre España y Portugal, a cargo de Eva Díaz Pérez, y Eça de Queirós entre el periodismo y la ficción, a cargo de Carlos Reis. La iniciativa concluirá con otra conferencia titulada Eça de Queirós y Benito Pérez Galdós ante el espejo de su tiempo, que contará con la participación de Mercedes Comellas y de Antonio Molina Flores, moderados por Díaz Pérez. Entre estos dos días se celebró un encuentro dedicado al periodismo de Galdós, y a la libertad de prensa, acto que presentó la coordinadora de estas jornadas y en el que intervino el crítico y escritor Germán Gullón.
“Galdós empezó joven en el periodismo, escribiendo artículos satíricos. A su llegada a Madrid, en 1862, comienza a hacer crítica musical, teatral y artística”, apuntó Eva Díaz Pérez, quien resumió brevemente la carrera periodística del exitoso dramaturgo -un periodismo que determinó la literatura de sus novelas-. “Galdós será reportero, corresponsal, director, comentarista político, cronista parlamentario y redactor de sucesos”, múltiples facetas donde ya “asoma su pluma certera” y ese “Madrid de Galdós”, explicó Díaz Pérez, quien atribuye al escritor canario la condición de precursor respecto de un periodismo “moderno que representará años más tarde el sevillano Manuel Chaves Nogales”.
“El periodismo le sirve [a Galdós] como inspiración literaria”. La obra galdosiana, universal y canónica, tendría su origen en el trabajo del periódico, en esos crímenes que el autor cubre para esta o aquella cabecera. Informaciones, reportajes o crónicas que jamás tropiezan, advierte Eva Díaz Pérez, con el morbo ni con el sensacionalismo. Sí con el dato y con la descripción exhaustiva y elocuente. Es decir, con ese realismo que atraviesa las páginas novelescas de Galdós. El periodismo de Benito Pérez Galdós, en definitiva, “trascendió esa crónica del instante gracias a sus páginas inmortales”. Es una actualidad que aún perdura. Una actualidad sin tiempo. La noticia que se relata no tendrá interés para el lector de hoy, pero sí la mirada desde la que se relata esa noticia. Una mirada de escritor candidato al Nobel.
Galdós inauguraría la modernidad en el oficio. Es él quien empieza a contar desde “un periodismo muy de datos, basado en la realidad”
Germán Gullón dedicó palabras de elogio a Emilia Pardo Bazán, “ninguneada por todos los intelectuales de la época”, debatió las consideraciones de Mario Vargas Llosa acerca de Galdós, alabó la ley de libertad de prensa de 1883 –promovida por Pío Gullón, antepasado del crítico y escritor- y precisó el excepcional periodismo de Pérez Galdós. Un periodismo que “tenía detrás el de Bécquer, ese periodismo romántico”, es decir, “un periodismo de folclore pero sin dato concreto”. Galdós inauguraría la modernidad en el oficio. Es él quien empieza a contar desde “un periodismo muy de datos, basado en la realidad”.
Cuenta el especialista que los artículos de Galdós, recopilados y publicados en 1923 –tres años después de la muerte del novelista-, guardan sorprendentes similitudes con la España de hoy. No mucho ha cambiado la situación en un siglo. “Hay artículos en los que se habla del problema de Cataluña”, por ejemplo. “Sobre estos artículos hice una antología. Se la di a mi editor, que es de Sevilla, y me dijo que si eran artículos de hoy”, confesó Gullón. “Los artículos de aquel entonces hablan de lo que se habla hoy”, añadió.
La tercera edición de Letras Ibéricas continuará, como decimos, este jueves 22 con la literatura de Eça de Queirós y de Pérez Galdós. Una literatura o un periodismo –ya nos han demostrado que esa distinción aquí no importa- que aún no conoce fecha de caducidad. En resumen, una literatura o un periodismo que tiene su época, pero que sobrevive al tiempo.
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