"El teatro es una cosa que hacemos en equipo. Está la gente que piensa el texto y la que lo dice, pero también está la gente que se encarga de la escenografía o la iluminación. Haciendo equipo, hacemos el teatro más bonito". Las palabras son de Víctor González, distinguido este jueves en los Premios Zentradas de las artes escénicas con el reconocimiento a la mejor escenografía por su trabajo en El arrepentido o los demonios de Jasón, pero las declaraciones reflejan el sentimiento de compañerismo que se vivió en esta fiesta organizada por La Zentralita y que acogió el Teatro TNT. Una gala en la que triunfó como mejor espectáculo Libertá de Charo Urbano y en la que se reivindicaba a las producciones andaluzas de bajo presupuesto que consiguen llegar a la cartelera teatral sin ayudas económicas del sector público o privado.

No fue casual que en el arranque de la ceremonia sonaran los acordes del Sobreviviré de Mónica Naranjo: la noche fue todo un homenaje a la capacidad de resistencia de los artistas y técnicos que crean para la escena pese a la precariedad y los obstáculos que se encuentran en el camino. Juanma Martínez y Fran Contreras, de Sevilla Impro Club, ejercieron de presentadores en una velada ágil y llena de humor en la que intervinieron, entre otros muchos nombres del sector, el veterano crítico Justo Ruiz, Nieve Castro e Irene Barrera, de la compañía Ekléctika, Noche de Repálagos, Chipi o alumnos de diferentes escuelas de arte dramático. Álex O’Dogherty participó en un vídeo en el que lamentaba hallarse encerrado en un baño, lo que le impedía ser el maestro de ceremonias.

El palmarés –también el tono de la gala– demostró que los profesionales del teatro andaluz no están dispuestos a perder el humor ni la alegría. Además del premio al mejor espectáculo, Libertá triunfó también en la categoría de mejor dramaturgia, obra de Charo Urbano y Mané Solano, la historia llena de frescura y desparpajo de una ninfa, un loro de la familia de las cacatúas, que observa la vida desde el balcón de la casa de un barrio obrero. Como mejor intérprete fue galardonado Migue López por Tu hermosura, una asombrosa investigación que explora "las dimensiones dionisíacas de la mística cristiana del Siglo de Oro" desde "un punto de vista festivo y celebratorio".

Otros vencedores de la noche fueron Raúl Durán, mejor director por Merak, que se llevó también el premio a la iluminación de Aitor Palomo, y Cristian de Moret, reconocido por el espacio sonoro de Delirio, una pieza que trata sobre la salud mental. "Esta obra nos dice", señaló el músico, "que debemos reivindicar aquello en lo que creemos, que no todo es el teatro comercial".