Cultura

Los promotores españoles se oponen a los vigilantes armados en los conciertos

  • El sector cuestiona la petición realizada recientemente por Bob Dylan en ese sentido de cara a dos conciertos en la ciudad italiana de Bolonia.

La reciente petición de Bob Dylan de incorporar vigilantes armados a sus próximos conciertos en Italia a raíz del ataque terrorista del 13N en la sala parisina Le bataclan ya tiene respuesta por parte de los promotores españoles: un no mayoritario y rotundo en la mayoría de los casos. Así lo refleja un artículo de Apmusicales.com, la web de referencia de la Asociación de Promotores Musicales (APM), en la que importantes empresarios del sector como Neo Sala, fundador de Doctor Music, rechazan esta medida, si bien se han mostrado más dispuestos a incorporar arcos magnéticos en los accesos, sobre todo para grandes eventos. 

"¡Nada de vigilantes armados! La pueden armar ellos", coinciden en señalar muchos de los encuestados. Entre ellos, algunas voces como la de Carlos Espinosa, de Riff Producciones, considera que "dependerá de la gravedad de la situación, de la alarma generada y del riesgo real, pero si finalmente estamos obligados a meter seguridad armada en los conciertos, tenemos un problema serio". 

Sí coinciden en hacer un llamamiento a la calma en pos de un debate más sosegado, pues, como señalaba hace unos días Pascual Egea, presidente de APM, no creen que el atentado contra los asistentes a la sala Le Bataclan haya sido "un ataque contra la música". "Nos ha tocado esta vez porque allí había mucho público y es un sitio donde se puede llamar la atención", opinió Egea, que defiende la idoneidad de los planes de seguridad que actualmente existen en España, igual que el resto de asociados, si bien muchos coinciden en que todo es mejorable y que lo del 13N es un acontecimiento extraordinario contra el que cabe poco que hacer. 

Sobre el tema de los accesos, el propio Egea pide un personal de control mejor preparado, pero se opone a la implantación de arcos magnéticos. "La gestión del acceso al espectáculo sería tan complicada y tediosa como la de un aeropuerto", indica en el mismo sentido Arturo Javier Cerviño, de Grupo Cope, mientras Marcos Rubio, de Sufriendo & Gozando, destaca que "a un concierto se va de forma relajada y a divertirse, no a pasar unas prueba de buena conducta". 

No obstante, sobre esta cuestión sí existe una mayoría de voces a favor entre los encuestados, como la del citado Neo Sala. "Estamos a favor de cualquier herramienta que sirva para garantizar la seguridad del público, de los trabajadores y de los músicos, pero todo desde la absoluta lógica", apunta Espinosa. 

Según recuerda, "el problema (de Le Bataclan) no fue que hubiese un control sobre los accesos a la sala; se bajaron tres terroristas de un coche y dispararon a quemarropa contra todo lo que se movía" e insiste en que "granadas y kalashnikovs no los suele llevar el público de conciertos en el bolso".

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