Del tiempo del interraíl

Las nuevas olasHHHHH

Drama, España, 2016, 76 min. Dirección:Pablo Llorca. Intérpretes: Luis Miguel Cintra, Jorge Ferrer, Astrid Menasanch, Annie Kay Dählstrom.

El Luis Flete sastre de Jardines Colgantes recomendaba a su interlocutor que -cito de memoria- "no escatimara con la calidad y disfrutara de la diversidad", y, pasados los años, acumulados los títulos, podría ser una buena leyenda para el imaginario escudo de armas de Pablo Llorca, quizás el único cineasta español del que uno espera su película anual con renovadas esperanzas.

Llorca lleva tiempo hollando el mismo terreno, una curiosa serie B narrativa y de aliento político que esconde no poca ambición: la de contar a toda costa, la de armar una diégesis compacta donde la imaginación y el bricolaje de corte wellesiano equilibra los quebrantos de la falta de financiación. En Días color naranja, sin perder ni el apego económico ni el gesto demiúrgico, Llorca canjea las intrigas por el retrato a intensos brochazos de una joven pareja unida por el azar: cuando fallan los aviones (aquellos cambios de plano inter-continentales y entre dimensiones que tanto gustan al cineasta) llega el tiempo del tren: un movimiento más bien de los orígenes del cine (antes de las stars); panorámicas, planos/contraplanos, trávellings adormecedores.

No resulta difícil acercar aquí a Llorca al Linklater de Antes del amanecer, y no sólo argumental e iconográficamente, ya que también se trata ahora de una sentida celebración del deseo por abandonar la línea recta y aceptar el dejarse llevar por los meandros de la vida y sus azares compartidos en su asumida fugacidad. Pero el momento más bello del filme (y posiblemente de este año no muy memorable para el cine) puede que se lo debamos a un pasillo hitchcockiano del que emerge Luis Miguel Cintra, antiguo cómplice de Llorca, memoria en movimiento y foto fija: cuántas vidas en una, cómo atrona aquí la historia del cine y el teatro.