Cultura

Del valor y el temple, de los toros y la política

  • El diestro Juan José Padilla y el abogado Adolfo Suárez Illana confraternizan en el XII mano a mano de Cajasol

El XII mano a mano de Cajasol fue un curioso encuentro entre dos grandes amigos, el matador de toros Juan José Padilla y el abogado y político Adolfo Suárez Illana. Ambos se dieron ayer cita en Sevilla y hablaron en un acto moderado por José Enrique Moreno sobre sus vivencias en ambos campos, ya que Padilla se presentó por el PP en sus listas municipales de Jerez y Suárez ha sido y es un aficionado práctico, que ha triunfado como novillero en varios cosos, como el de Espartinas.

Juan José Padilla (Jerez, 1973; alternativa en 1994 en Algeciras), pese a aparecer en las listas del citado partido político, explicó que no tiene nada de político. Algo que ilustró Suárez señalando que le falta diplomacia hasta el punto de que en Vitoria, en un brindis a Carlos Iturgaiz -contó el político de manera divertida-, el jerezano llegó a brindarle un toro diciendo: "¡Va por usted, por España y por el PP!". Por su parte, el torero andaluz afirmó que "no me veía llevando Urbanismo o áreas por el estilo" y que "todo surgió por amistad con varias personas de mi pueblo". Y es que, según Padilla, en el toreo no hay política, incluso "cuando uno se sienta en un tendido no se piensa en ella". Padilla, encasillado como torero de valor, afirmó que "siempre he sido consciente de que estaba más capacitado para el tipo de corridas duras. Aunque cuando sale un toro bueno, lo disfruto".

Adolfo Suárez Illana (Madrid, 1964), abogado y político, llegó a debutar como novillero con picadores a los 42 años y, según Padilla, su afición es casi enfermiza. En el debate político taurino, Suárez fue categórico al afirmar que "históricamente los toros son españoles. No hay distinción entre izquierda o derecha. Un determinado político puede utilizar el toro o el cine, pero el arte está por encima de la política", donde las cornadas afectan "al prestigio", mientras que las que da el toro pueden acabar "matando".

Adolfo Suárez afirmó que se siente torero "cada noche, cuando cierro los ojos" y hubiera sido torero si llego a comenzar "a los 16 años, en lugar de a los 34... No he tomado la alternativa porque sería por vanidad". El abogado señaló que su afición le viene de familia. Su propio padre -Adolfo Suárez- toreando un festival en Cadalso de los Vidrios "brindó a una chavala que le gustaba, quedó con ella, empezó a salir -su madre- y aquí estoy yo". Comparó a su progenitor con "Paquiro y Belmonte" porque "con él hubo un antes y un después" y señaló que "está bien. La enfermedad que padece no le ha cambiado. No es consciente de su mal. No hay ninguna conexión con la realidad, pero no hay dolor". El político también está ligado al mundo de los toros por su vínculo con Samuel Flores, su suegro.

Ambos destacaron la importancia y trascendencia de la Real Maestranza y Adolfo Suárez añadió la plaza francesa de Dax, "porque se parece mucho a la de Sevilla, por el respeto que tienen a los toreros".

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