El AVE a Granada podría perjudicar a 180.000 usuarios del tren en Sevilla

Un estudio que firma uno de los investigadores de la fundación universitaria Instituto de Desarrollo Regional alerta del riesgo de que la puesta en marcha de la red de Alta Velocidad que ya está en construcción entre Sevilla y las capitales orientales de Andalucía, con la consecuente reducción de servicios y paradas por la línea convencional, provoque el "olvido" de las ciudades medias de Sevilla que, "durante décadas", se han beneficiado y se benefician de los servicios de tren de media distancia. Las cifras de usuarios que arrojan sus estaciones no son de hecho "muy dispares" con las de municipios que gozan de Cercanías y, por tanto, de mayor frecuencia de trenes y amplitud de horarios.

Según los datos que aporta Antonio Gavira Narváez, autor del trabajo -Perspectivas para el desarrollo territorial de las infraesteructuras ferroviarias en la provincia de Sevilla, publicado en 2008-, Marchena, Osuna y Pedrera y los municipios del entorno aportan más de 60.000 habitantes y casi 180.000 viajeros al año a Renfe con los 15 trenes que conectan Sevilla, Granada, Málaga y Almería que, a la ida o a la vuelta, paran en sus estaciones. Estos datos son importantes a tenor de "la diferencia de servicios" de esta red con la de Cercanías, ya que sigue siendo única y está sin electrificar.

Se ha convertido así en un elemento vertebrador para una povincia en la que las ciudades medias forman parte de su singular estructura territorial y donde la capital no es el único núcleo urbano de peso que actúa como centralidad. Pasa también con Lebrija, en la línea hacia Cádiz, con 283.687 viajeros en 2006. "La exclusión de las localidades más alejadas de las redes ferroviarias y la falta de inserción urbana de los nuevos trazados pueden crear trabas que ralenticen el desarrollo local y potencien el debilitamiento demográfico de estos municipios en favor de los metropolitanos", advierte Gavira en la tesina, en la que apunta que "aún no está decidida la desmantelación de esta red o su inclusión en la de Cercanías". Estos planteamientos -que el investigador realiza dentro de un amplio estudio sobre las posibilidades que trenes, tranvías y metros tienen en la provincia- coinciden con los que han venido defendiendo los ayuntamientos y la población de estos municipios de la Campiña y la Sierra Sur sevillanas, donde hay incipientes movimientos ciudadanos que se están organizando para reclamar que la red se reconvierta en un servicio de Cercanías.

Ésta era la idea que barajaba también la Junta en la pasada legislatura, cuando la ex consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez, apuntó que la reconversión requeriría de una importante inversión en la línea y en la compra de trenes que pretendía que asumiera el Ministerio de Fomento antes del traspaso de los servicios de Cercanías a la comunidad autonóma.

El propio Consejo de Gobierno de la Junta se marcó como objetivo al aprobar el Plan de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Transporte en Andalucía (Pista) 2007-2013 "extender las redes de Cercanías a la totalidad de la red convencional, la existente y la prevista".

Fuentes de la Consejería de Obras Públicas consultadas ayer sólo apuntaron que "la voluntad es que los servicios de la red convencional se mantengan" para pasajeros y mercancías cuando se produzca la necesaria reestructuración con la puesta en marcha del AVE, prevista para 2013 pero que podría retrasarse en función de unas obras que se han repartido la Junta (entre Sevilla y Antequera) y Fomento (de Antequera a Granada). Preguntadas por el Cercanías, las fuentes señalaron que "se estudiará la forma más idónea" para optimizarlo todo, aunque es pronto para definir un modelo.

No obstante, se da por hecho que los servicios de media distancia se recortarán con el trasvase de viajeros al AVE, cuyo sentido es reducir los tiempos de desplazamiento entre capitales (Sevilla, Granada, Almería), para lo que hay que evitar paradas que demorarían la llegada al destino y que no resultarían rentables.

La Junta apuntó en su momento que, en el estudio de viabilidad del Eje Transversal de Alta Velocidad de Andalucía, sólo se aconsejaban algunas paradas en Osuna, Antequera (Málaga) y Loja (Granada). El propio Gavira refiere en su estudio -como han hecho otros investigadores, a los que cita- que la puesta en marcha del AVE "suele acarrerar el cese o uso subsdiario de la red convencional, provocando que los usuarios tradicionales no puedan hacer frente a los nuevos costes. Al final, su implantación termina fomentando la utilización de otros medios de transportes más económicos como el autobús o el vehículo privado". También recuerda que existen alternativas que provocan "un menor impacto social y ambiental y que posibilitan tiempos de desplazamientos similares a los de la Alta Velocidad" por las que ya están apostando países como Francia.