Escapadas

El enclave privilegiado del Corredor verde del Guadiamar

Corredor verde del Guadiamar.

Corredor verde del Guadiamar. / Antonio Pizarro

Este paraje de belleza única es uno de los espacios naturales privilegiados de la provincia sevillana. Sus bosques, sus jardines, sus puentes y sus espacio cargados de historia lo convierten en el destino perfecto para un día en pleno contacto con a naturaleza de la mano de uno de los paisajes más mágicos de toda Andalucía. 

El río Guadiamar tiene su origen muy próximo al Castillo de las Guardas, en Sierra Morena. A partir de ahí, recorre de norte a sur el Aljarafe sevillano hasta adentrarse en las mismas marismas de Doñana. A su paso por Sevilla y Huelva, deja tras de sí una serie de paisajes puramente mediterráneos de extraordinaria belleza. 

Las vistas van cambiando al compás de su recorrido, pasando de dehesas y bosques predominantes a los pies de la sierra a paisajes agrícolas en su visita al valle medio. Vuelve a mutar cuando, en su tramo bajo, florecen las marismas y los cultivos de arroz, que  favorecen la existencia de una gran diversidad de aves que puede observarse en las Reservas Naturales Concertadas de Dehesa de Abajo o La Cañada de los Pájaros. Ya en Doñana, se presenta como arenales y marismas que buscan descansar.

De sendero por el Corredor Verde 

Globo aerostático sobre el Corredor Verde del río Guadiamar. Globo aerostático sobre el Corredor Verde del río Guadiamar.

Globo aerostático sobre el Corredor Verde del río Guadiamar.

Es posible hacer una ruta por todo el recorrido del Corredor Verde del Guadiamar desde su nacimiento en el Castillo de las Guardas hasta Doñana. No obstante, el tramo completo suponen en torno a 70 kilómetros, una distancia inabarcable a pie en un solo día. Es por ello que el visitante puede elegir el trecho en el que comenzar y terminar el sendero.

Son muchos los que recomiendan comenzar el recorrido en Aznalcázar, dado que allí se encuentra el Centro de Visitantes Guadiamar y el Jardín Botánico de Buitrago, ambos equipados con áreas recreativas. El primero de ellos es un punto de partida perfecto para conocer los equipamientos de la vía, ya que, además, su emplazamiento permite contemplar el curso de las aguas, el frondoso bosque en galería y un antiguo puente romano.

Otra forma de realizar este sendero es hacer una ruta por el recorrido del río entre los municipios de Aznalcóllar y Aznalcázar, en el límite con Villamanrique de la Condesa. De esta forma, la excursión estará plagada de álamos, fresnos y almeces, y en el trayecto se atravesarán numerosos puentes, se podrá visitar el observatorio El Palmar y, entre otras cosas, se pasará muy cerca del Vado del Quema, un puntode gran importancia etnográfica y religiosa, obligatorio en la peregrinación de la romería del Rocío.

Riqueza paisajística

Turistas paseando por el Corredor Verde. Turistas paseando por el Corredor Verde.

Turistas paseando por el Corredor Verde.

Sea cual sea el recorrido elegido, todo el trayecto está inundado por llanuras de suelos muy fértiles que han dado paso a frondosos bosques de ribera. 

La huella humana en la cuenca del río Guadiamar es palpable desde su nacimiento en el Castillo de las Guardas, dedicado a la minería desde la Antigüedad. También abundan las edificaciones civiles, ya que a su paso por el Aljarafe proliferan las haciendas, cortijos, molinos y pilas, construcciones características de los paisajes agrícolas de olivar, vid y cereal. En su último tramo, el cultivo del arroz, las marismas y la ganadería extensiva añaden el último toque a un paisaje absolutamente redondo.  

La importancia de río Guadiamar y su entorno es notoria en la provincia al tratarse de un punto clave donde confluyen agua, vida, cultura y riqueza. Además, llena de biodiversidad los territorios y, por si fuera poco, ha sido un medio de transporte y comunicación innegable, ofreciendo recursos a todos los seres que viven en él y en sus proximidades. 

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