IU apunta que un pacto con el PSOE obligó a dimitir a Pazos

Juan Pazos y los tres ex ediles de IU que le son fieles se ausentaron ayer del Pleno en el que se oficializó su renuncia a la Alcaldía. Según explicó Pazos en una nota, quería evitar que la sesión -presidida ya por el socialista Rafael Recio- derivara hacia la crispación. Pero no se libró de durísimas descalificaciones. Varios grupos coincidieron en definirle como el "peor alcalde de la historia de Camas", como IU, cuyo portavoz Antonio Lucenilla, apuntó incluso que detrás de su renuncia, que ha evitado una moción de censura promovida por el PSOE, su último socio en el gobierno local, puede haber un acuerdo con la formación a la que Pazos podría haber llevado "el currículum de los suyos" y anunció que si el edil no se reincorpora a su plaza de Policía Local y halla asiento en alguna otra Administración se irán a la Fiscalía.

Se inicia así otra etapa en Camas en la que las llamadas al interés general siguen contrastando con el durísimo tono de los políticos. Sólo el PSOE marcó distancias y Recio cerró la sesión recordando que Pazos fue alcalde porque once personas levantaron la mano para votarle, "legítimamente", y hay que agradecerle los servicios prestados. El próximo Pleno, en el que será elegido alcalde, se convocará a principios de la semana que viene, tras las elecciones. Ante un salón de Plenos casi lleno y en el que se echó en falta al coordinador local de IU, Agustín Pavón, Juan José Jurado, único edil del Partido Social Centrista, afirmó que "Pazos le ha faltado al respeto a los vecinos con su actitud y forma de gobernar", caracterizada por el "abandono y dejadez de los servicios públicos básicos... El peor alcalde de la historia", concluyó, y recordó la responsabilidad de los que han gobernado con él (IU, PP, PSOE). Eduardo Cabeza, uno de los dos ex ediles del PP ahora no adscritos, lamentó que Pazos no le haya pedido disculpas por llamarle "la reina del baile" y habló de "un lamentable y vergonzoso espectáculo", de un "pueblo abandonado" y, como Jurado, citó irregularidades en su gestión. Recio tuvo que intervenir cuando los abucheos se incrementaron y advirtió que terminaría el Pleno a puerta cerrada.

El más duro con Pazos fue Lucenilla, portavoz de IU. Censuró su "cobardía", su afán de "autofomento personal", su "querencia a la corbata", le acusó de ir de "víctima". "Su gestión ha sido de esperpento, de pena", dijo, y denunció contradicciones tales como que quiso subirse el sueldo cuando llamaba a la austeridad y estaba dispuesto a "cambiarse el tatuaje del Ché por otro del Gran Poder". También admitió que IU le puso al frente de la lista de IU pactando que era "alcalde de transición" y no cumplió. "Usted no es de IU", subrayó, y cerró con la misma advertencia con la que inició su turno: "IU ni se compra, ni se vende. Para partidos independientes y proyectos que duran dos telediarios ya están otros".

Antonio Herranz, por el PSOE, sólo apuntó que su formación "respeta la renuncia", que se "cierra una etapa" y "el pasado debe servir de experiencia". "El PSOE ha intentado y hemos conseguido actuar con generosidad, con la honestidad que siempre nos ha caracterizado. En la nueva situación, vamos a hacer todo lo que esté de nuestra parte para que Camas ocupe el sitio que le corresponde en Sevilla".