Patrimonio oculto de Carmona

La Delegación de Cultura, Turismo y Patrimonio del Ayuntamiento de Carmona ha puesto en marcha una nueva iniciativa para descubrir parte de su legado patrimonial que, en este caso, permanece oculto para la mayoría de los propios vecinos y vecinas carmonenses.

Todos los viernes de los meses de julio y agosto, los arqueólogos municipales ofrecerán visitas guiadas a la conocida como cueva o santuario hipogeo de San Felipe. Se trata de un complejo de salas subterráneas de época romana descubierto durante las excavaciones arqueológicas realizadas en un solar frente a la Iglesia de San Felipe. Estas salas o galerías, que se encuentran interconectadas entre sí, fueron excavadas en la roca entre los siglos II y I a.C., aprovechando un frente de cantera previo.

En su interior se encontraron numerosos objetos de época romana, muchos de los cuales se exponen actualmente en el Museo de la Ciudad. Los últimos estudios realizados sobre este complejo subterráneo, del que no hay paralelos en la región, apuntan a la hipótesis de que se trate de un Santuario dedicado al dios Hermes-Mercurio.

Este santuario fue descubierto hace años en el centro histórico de Carmona pero la dificultad de acceso al mismo hace que sea poco visitado y que no se encuentre en las habituales rutas arqueológicas de la ciudad.

Su acceso es por un registro similar a una alcantarilla que desciende, a través de unas escalerillas, dos o tres metros para desembocar en una escalera romana excavada en la roca. "Antes de la época imperial romana existía una vaguada y un frente de cantera que, a finales del siglo II a. C. se comienza a rellenar para quedar sepultado", explica Ricardo Linero, director del Museo de la Ciudad de Carmona.

Por otra parte, y formando también parte de estas rutas desconocidas e históricas carmonenses, hay que mencionar El Mausoleo del Paseo del Estatuto. Se trata, en este caso, de una tumba de carácter monumental de la que solo se conservan las estructuras subterráneas, la escalera de acceso, una cámara de ofrendas y la cámara funeraria en la que se depositarían, en sus orígenes, las urnas.

Esta tumba destaca por dos características que la diferencian de las demás. Según nos comenta Linero, "es la primera tumba más próxima a la ciudad, concretamente, a la Puerta de Sevilla". Por otra parte, continúa, "a diferencia de otras tumbas, también subterráneas, cuyas paredes están formadas con la propia roca excavada, en este caso, primero fue excavada en la roca la planta o espacio ocupado por la tumba y, con posterioridad, fue construida con sillares de piedra". El mausoleo, de difícil acceso también, estaba ubicado a un lado de la Vía Augusta y, en su en torno al otro lado de la vía, se han documentado restos de una fuente y del circo. Aunque no hay indicios que permitan aventurar una reconstrucción, concluye Linero, "sin duda este edificio funerario debió tener una superestructura igualmente monumental, tal vez una torre, que manifestase externamente la presencia de un enterramiento selecto socialmente. La monumentalidad, la ubicación, la desproporción entre el espacio destinado a las ofrendas y a los difuntos (a favor de las primeras) son indicios que permiten imaginar el estatus social de la familia propietaria".

Arqueología para niños. En paralelo a esta actividad, el servicio municipal de arqueología organiza otra iniciativa dirigida especialmente a los más pequeños. Se trata del taller Arqueología para niños que todos los jueves del mes de julio -reservando plaza en la Oficina Municipal de Turismo- intentará acercar las distintas etapas históricas de Carmona a los más pequeños, a través de actividades, juegos, material educativo, etc., pasando desde la prehistoria, hace medio millón de años, hasta la época árabe de la ciudad sevillana.