Las Tortas de Alcalá, marca de calidad colectiva

Las Tortas de Alcalá son un producto de confitería con una larga tradición y una amplia demanda en la localidad alcalareña. Ahora sus productores han iniciado una campaña para dar a conocer este dulce y ampliar el mercado de consumo. Para ello, han constituido la Asociación de Productores de Tortas de Alcalá que tendrá como principal objetivo la creación de la Marca Colectiva "Tortas de Alcalá. La obtención de este distintivo permite dar a conocer al público las características del producto que forma parte de la misma, al tiempo que garantizan al consumidor la calidad del mismo", comenta Carlos García, presidente de FICA (Federación de industriales y comerciantes Alcalá de Guadaíra). Las marcas colectivas, continúa, "distinguen el origen geográfico, el material, el modo de fabricación u otras características comunes de los bienes y servicios de las empresas que forman parte de la marca colectiva".

En España existe un buen número de marcas colectivas repartidas por todo el territorio nacional. Algunas de ellas son Quesos de Zamora, Mazapán de Toledo, Turrón de Jijona o el Tomate de Los Palacios en Sevilla, entre otras. Con la obtención de la Marca Colectiva "Tortas de Alcalá" que vendrá acompañada del diseño de una imagen corporativa que la identifique, se facilitará la comercialización de un dulce que tiene un excelente potencial de consumo por su acreditada calidad y por su originalidad. Sólo se producen en Alcalá de Guadaíra y, además, su elaboración ha de ser necesariamente a mano y de forma totalmente artesanal. "Hay que formarla manualmente sobre un lecho de azúcar y ajonjolí, siendo muy laboriosa; por eso la capacidad de hacerla es proporcional al personal con el que se cuenta", explica José María Fernández Portillo, gerente de la confitería Castrofer. En este línea, apuntilla el presidente de la Fica, "el incremento de su producción puede tener, por ello, un importante efecto en la creación de empleo".

Con gusto y apoyo. Las "Tortas de Alcalá" están elaboradas con harina, manteca de cerdo, canela, clavo, ajonjolí, matalauva y limón. Después de amasarlas y darles forma se hornean. "La parte manual, artesanal, es vital para que la torta tenga esa especial finura y textura", añade Isabel Cabreja, propietaria de La Centenaria, para quien su signo de distinción es "el bocado crujiente y cargado de sabores". Se comercializa por docenas y su precio resulta muy asequible. De hecho, afirma García, "reconocidos cocineros y gastrónomos han destacado su singularidad y la perfecta combinación de sabores".

La FICA, con el apoyo del Ayuntamiento, consciente del potencial del producto, ha articulado la creación de la Asociación de Productores que ha quedado constituida por ocho empresas. Las confiterías: Hermanas Portillo, Nueva Andalucía, San Joaquín, La Centenaria, Castrofer y Nueva Florida. Todos ellos son establecimientos de acreditada trayectoria en Alcalá y que ya tienen una importante demanda de las Tortas de Alcalá.

Una vez conseguida la Marca Colectiva, comenzará una campaña de difusión de este peculiar producto mediante acciones comerciales y con su presencia en eventos y foros gastronómicos.