Tovar confía en que nueve meses "no enturbien" casi 12 años de gobierno
La alcaldesa desde 1997 formalizó ayer su renuncia al cargo · El PP tacha de "huida" su marcha en plena crisis municipal
La que ha sido alcaldesa de Castilleja de la Cuesta desde 1997, Carmen Tovar, renunció ayer de forma oficial al puesto, horas después de tomar posesión como delegada del Gobierno de la Junta en Sevilla y en un Pleno extraordinario que duró apenas 30 minutos pero que, según algunos asistentes, estuvo cargado de "emotividad" y en el que incluso la oposición le reconoció parte de sus logros durante esta etapa.
Tovar, que ha revalidado mayorías absolutas socialista, se va, pese a todo, después de unos meses muy complicados, en los que parte los concejales de su grupo le retiraron su apoyo e hicieron públicas sus diferencias, acompañadas de descalificaciones a las "formas" de la edil, en mitad de una crisis financiera.
"Ha sido un poco complicado, pero creo que nueve meses no enturbiarán lo logrado en casi doce años, explicó cuando fue preguntada por un grupo de periodistas sobre si no le apenan las circunstancias en las que se va después de tantos años, y consideró que el municipio se ha consolidado en esta etapa como referencia en la comarca. Durante su gestión, se cerró el aterrizaje de la multinacional sueca Ikea y la apertura de uno de los hospitales privados mayores de Andalucía. "La renuncia a la Alcaldía no es un arrinconamiento", dijo, para asegurar que seguirá trabajando por el municipio.
Además de en la nueva delegada de la Junta, durante la sesión, las miradas y los saludos se centraron también en Manuel Benítez, número dos en la lista del PSOE, un concejal que ha pasado por numerosas áreas de gobierno y conoce el Ayuntamiento y que, según fuentes de la dirección del PSOE local, se perfila como el nuevo alcalde. En el Pleno de ayer ya asumió la vara de mando de forma accidental. En las próximas semanas, la agrupación socialista castillejina y el propio grupo municipal deberán reunirse para confirmarle o buscar a otra persona de consenso.
Benítez formó parte, inicialmente, del grupo de ocho concejales -de doce- críticos con la gestión de Tovar, por lo que llegó a ser cesado, y luego restituido, en sus cargos. Muchos creen que debe ser la persona que haga de puente entre las dos facciones.
Antes incluso de la sesión, que se celebró a las ocho y media de la tarde, el PP de Castilleja de la Cuesta emitió un comunicado en el que definía la renuncia de Tovar como una "huida" del Ayuntamiento ante la "incapacidad" para solucionar la "grave" crisis municipal. Su nombramiento como delegada de la Junta, añadían los populares, es "un premio a la incompetencia municipal" y exigieron a la edil que explique a los vecinos "por qué a una persona que ha llevado a este pueblo a una grave situación de ingobernabilidad y que consecuentemente es la responsable de los problemas que está sufriendo el municipio se le otorga este nuevo cargo de responsabilidad pública."
El portavoz del grupo popular, Rafael Baena, insistió en este sentido que la dimisión es "el abandono de un barco que ella misma ha estado hundiendo en los últimos meses, porque, en lugar de primar los intereses del municipio y de los vecinos y enfrentarse a esta situación de una manera eficaz, ha huido cobardemente".
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