Trece municipios sevillanos acogerán en su término plantas termosolares

Los 28 proyectos en trámite y el complejo que ya funciona en Sanlúcar la Mayor suman una potencia de 1.268 MW, suficiente como para abastecer a 1.700.000 personas y crear unos 500 empleos

Las placas de la planta termosolar que ya funciona en Sanlúcar la Mayor.
Las placas de la planta termosolar que ya funciona en Sanlúcar la Mayor.
Trinidad Perdiguero

24 de marzo 2008 - 05:03

La delegación provincial de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta ha tramitado o está tramitando hasta 28 proyectos de otras tantas plantas termosolares distribuidas en 13 municipios sevillanos, que suman una potencia de 1.268 MW, suficientes para responder al consumo doméstico de 1.700.000 personas, es decir, prácticamente de todo el padrón de la provincia.

De estas instalaciones, una ya está en funcionamiento -la única por el momento en Andalucía y con una tecnología novedosa a nivel mundial- en Sanlúcar la Mayor, donde hay otras tres en construcción y cuatro en proyecto. El resto de iniciativas se halla en una fase de tramitación administrativa por otros puntos de la provincia, aunque con visos de ser una realidad en un breve plazo de tiempo.

Es el balance del delegado provincial en funciones, Francisco Álvaro Julio, quien destaca que estas plantas podrían crear en los próximos años algo más medio millar de empleos fijos en la provincia. Una planta de 50 MW suele necesitar, de media, 20 trabajadores fijos, y requerir de una inversión de 230 millones de euros, con lo que los 1.268 MW proyectados moverán alrededor de 5.800 millones en obras e instalaciones. Frente a las plantas fotovoltaicas -cuya producción no es gestionable y se deriva directamente a la red y son de menor potencia- la mayoría de las instalaciones termosolares proyectadas en Sevilla son de 50 MW, suficiente ya para abastecer a unas 70.000 personas. Éstas precisan de una extensión mínima de cien hectáreas de terreno.

En este caso y con distinta tecnología, la energía del sol no se descarga directamente a la red, sino que se aprovecha para calentar algún tipo de fluido, que genera la energía con el movimiento de turbinas. Para garantizar la producción estable, independientemente de las horas de luz, el sol se combina con algún otro tipo de combustible fósil, habitualmente el gas, aunque alguno de los proyectos previstos en Sevilla, en concreto en Lebrija, contempla utilizar la biomasa o quema de residuos orgánicos para combinar con la luz del sol.

En cuanto a la ubicación de estas plantas, destacan las comarcas con tradición en cultivos de regadío, porque necesitan de gran cantidad de agua. Así, sobresale Lebrija, con cuatro proyectos en trámite que suman 200 MW; La Puebla del Río, también con cuatro plantas y 200 MW en total); Isla Mayor, con un proyecto de casi 50 MW; similar al que también se ha presentado en Los Palacios; mientras que en Las Cabezas de San Juan, en la misma comarca del Bajo Guadalquivir, hay otras dos plantas proyectadas que suman casi 100 MW. En algunos casos son las propias comunidades de regantes las que se implican en los proyectos.

También destaca la comarca de Écija, con dos proyectos de 50 MW cada uno en el municipio astigitano y otro más de 17 MW (como para el consumo de 30.000 personas) en la vecina localidad de Fuentes de Andalucía. En la Campiña, hay sendos proyectos de 50 MW: en Arahal y Carmona. En el Aljarafe destaca Sanlúcar la Mayor (con ocho plantas que, cuando estén a pleno rendimiento sumarán 331,02 MW); Aznalcóllar, con otra planta de 20 MW; y Benacazón, con una de 50 MW. También Morón de la Frontera tiene un proyecto con esta misma potencia.

Con estas perspectivas, Francisco Álvaro Julio destaca que Sevilla está a la cabeza de Andalucía en instalaciones termosolares, al igual que con los huertos solares o plantas fotovoltaicas, con 35 en funcionamiento, que se multiplicarán por ocho en los próximos años, hasta alcanzar los 262 MW. La provincia -insiste- tiene muchas posibilidades de desarrollo con este sector, que puede diversificar su economía a la vez que se aprovecha un recurso endógeno. En este sentido, el delegado asegura que una de las empresas punteras está estudiando también la apertura en Lebrija de una planta de ensamblado final de estos dispositivos.

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