Hallado muerto un lince que fue atropellado en una carretera secundaria de Lora del Río

El ejemplar fue hallado este martes en la carretera SE-6102 de Lora del Río sin marcas de frenado, lo que sugiere un impacto a alta velocidad que no permitió al conductor reaccionar

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Un ejemplar del lince después de cazar un conejo.
Un ejemplar del lince después de cazar un conejo. / Antonio Pizarro

Un lince ibérico ha sido hallado muerto este martes 8 de julio de 2025 tras sufrir un atropello en una carretera secundaria del municipio sevillano de Lora del Río. El trágico hallazgo se produjo en la vía SE-6102, concretamente a la altura del kilómetro 9, donde el cuerpo del felino yacía en mitad de uno de los carriles, según confirmaron fuentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.

Los agentes recibieron el aviso a las 08:30 horas de la mañana y se desplazaron inmediatamente al lugar de los hechos para verificar la situación. Una vez en el punto indicado, los efectivos del Seprona pudieron constatar que se trataba efectivamente de un ejemplar de lince ibérico que había fallecido como consecuencia de un atropello. Un dato preocupante del informe preliminar es la ausencia total de marcas de frenado en las inmediaciones del animal, lo que podría indicar que el conductor no tuvo tiempo de reaccionar o, en el peor de los casos, que no se detuvo tras el impacto.

Este nuevo caso eleva la cifra de linces atropellados en lo que va de 2025, sumándose a una de las principales amenazas para la supervivencia de esta especie emblemática que, aunque ha experimentado una notable recuperación en los últimos años, sigue enfrentándose a numerosos desafíos para su conservación. Las carreteras secundarias, como la SE-6102 donde se produjo este incidente, representan un peligro constante para la fauna silvestre, especialmente para especies como el lince ibérico que necesitan desplazarse a través de amplios territorios.

La problemática de los atropellos en la conservación del lince ibérico

Los atropellos constituyen una de las principales causas de mortalidad no natural del lince ibérico en la península ibérica. A pesar de los esfuerzos realizados en las últimas dos décadas para la recuperación de esta especie, que ha pasado de estar al borde de la extinción a mostrar signos de recuperación, los incidentes en carreteras siguen siendo un obstáculo significativo para su conservación.

Según datos del programa de conservación del lince ibérico, aproximadamente un 25% de las muertes documentadas de estos felinos se deben a atropellos en vías de circulación. Esta cifra resulta especialmente preocupante considerando que cada ejemplar es crucial para la viabilidad genética de una población que, aunque en crecimiento, sigue siendo vulnerable.

Las administraciones han implementado diversas medidas para reducir estos incidentes, como la instalación de pasos de fauna, vallados y señalización específica en tramos identificados como puntos negros. Sin embargo, en carreteras secundarias como la SE-6102, estas infraestructuras suelen ser menos frecuentes o inexistentes, lo que aumenta el riesgo para especies como el lince ibérico.

La población de lince ibérico en Andalucía

Andalucía alberga la mayor población de lince ibérico del mundo, siendo un bastión fundamental para la supervivencia de la especie. El último censo oficial, realizado a finales de 2024, cifró en más de 1.400 ejemplares la población total en la península ibérica, de los cuales aproximadamente el 70% se encuentra en territorio andaluz.

La provincia de Sevilla, donde se ha producido este último atropello, forma parte del área de expansión natural de la especie desde los núcleos poblacionales de Sierra Morena y Doñana. El término municipal de Lora del Río, situado al noroeste de la provincia, constituye un corredor ecológico importante para la conectividad entre diferentes poblaciones de linces.

Los expertos en conservación señalan que estos corredores son vitales para el intercambio genético entre poblaciones, por lo que la mortalidad en estas zonas resulta especialmente perjudicial para la estrategia global de recuperación. Cada ejemplar perdido no solo representa una disminución numérica, sino también una potencial pérdida de diversidad genética para una especie que ha sufrido un importante cuello de botella genético en las últimas décadas.

¿Qué medidas pueden implementarse para reducir los atropellos?

Los expertos en conservación coinciden en que la prevención de atropellos requiere un enfoque multidisciplinar que combine infraestructuras adecuadas, educación y sensibilización ciudadana, y una planificación territorial que tenga en cuenta las necesidades de la fauna silvestre.

Entre las medidas más efectivas que podrían implementarse en carreteras secundarias como la SE-6102 destacan:

1. Instalación de pasos de fauna específicos que permitan a los animales cruzar las carreteras de manera segura, ya sea mediante pasos elevados (ecoductos) o subterráneos.

2. Colocación de vallados perimetrales en tramos identificados como puntos de cruce habitual, dirigiendo a los animales hacia los pasos de fauna.

3. Implementación de sistemas de detección temprana basados en sensores que alertan a los conductores de la presencia de fauna en las proximidades de la vía.

4. Reducción de los límites de velocidad en tramos especialmente sensibles, acompañada de una señalización específica que advierta sobre el posible cruce de especies protegidas.

5. Campañas de sensibilización dirigidas a conductores habituales de estas vías, especialmente en horarios crepusculares cuando la actividad del lince es mayor.

El impacto de los atropellos en los programas de reintroducción

Los programas de reintroducción del lince ibérico han sido uno de los mayores éxitos de conservación en Europa en las últimas décadas. Desde que en 2002 la especie tocara fondo con apenas 94 ejemplares en libertad, las distintas iniciativas de cría en cautividad y reintroducción han permitido multiplicar por más de diez su población.

Sin embargo, este esfuerzo puede verse comprometido si no se abordan eficazmente las causas de mortalidad no natural como los atropellos. Cada ejemplar reintroducido representa una inversión considerable de recursos económicos y humanos, además de un valioso patrimonio genético para la especie.

Las autoridades ambientales de Andalucía y el programa Life Lynx Connect, que coordina los esfuerzos de conservación a nivel europeo, han manifestado en reiteradas ocasiones su preocupación por el impacto que los atropellos tienen en la estrategia global de recuperación del lince ibérico.

El caso del lince atropellado en Lora del Río pone de manifiesto, una vez más, la necesidad de reforzar las medidas de protección en las infraestructuras viarias que atraviesan el hábitat de esta especie emblemática, considerada un símbolo de la conservación de la biodiversidad en la península ibérica y un ejemplo de cómo una especie al borde de la extinción puede recuperarse con el esfuerzo coordinado de administraciones, científicos y sociedad civil.

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