La naranja futbolera que dio la vuelta al mundo

Educación

Docente de prestigio. El IES Nuestra Señora del Rocío de Villamanrique de la Condesa tiene entre su claustro de profesores a la autora de 'Naranjito', mascota del Mundial 82.

Lola Salto y 'Naranjito', madre e hijo del emblema del Mundial de España.
Lola Salto y 'Naranjito', madre e hijo del emblema del Mundial de España.
Diego M. Díaz Salado Sevilla

07 de febrero 2014 - 01:00

¿Quién no ha tenido nunca una discusión sobre cuál es la mascota patria más carismática? Defensores de Curro y Cobi entran en una curiosa disputa en la que, evidentemente, por nuestos lares, suele resultar victorioso el simpático pájaro, con pies de elefante y pico multicolor de la Expo de Sevilla. Pero, ¿y si lo comparamos con Naranjito?, ese cítrico futbolero imagen del Mundial 82 celebrado en nuestro país, y que exportó allende a nuestras fronteras una anaranjada visión de nuestro fruto más comercial, tradicionalmente relacionado con la región levantina.

Pero no era valenciano. Podemos decir que, al igual que Curro, Naranjito es sevillano. Incluso aún más que el pajarito, nacido del ingenio de un alemán de Stuttgart. Naranjito surge gracias a una sevillana, madre de esta emblemática mascota que en el 2014 cumple, con buena salud e inmejorable aspecto, 35 años de vida, al tiempo que su creadora, Lola Salto Zamora, sienta cátedra como profesora de Plástica en un instituto de nuestra provincia, el Virgen del Rocío de Villamanrique de la Condesa.

Cordobesa de nacimiento y asentada en Sevilla desde la infancia, Lola reconoce "gran pasión por el dibujo" desde sus primeros años. Motivo que hizo que se formara como diseñadora gráfica y empezara a trabajar en agencias de publicidad de la Sevilla de finales de los 70. "Estuve tres meses en una gran agencia, allí aprendí muchísimo. Luego pasé a la Agencia Bellido, que por entonces era una empresa pequeña". Precisamente en Bellido conoció al coautor de tan enérgico fruto, José María Martín. "En 1979 llegaron a todas las agencias de España las bases para crear la mascota del Mundial de 1982 y nosotros presentamos dos, Naranjito, que resultó ganadora y otra que eran dos niños vestidos de futbolistas", explica la dibujante. La idea y ejecución del boceto ganador fue de Lola, y la imagen publicitaria la creó José María. "Reconozco que hasta esa fecha no tenía ni idea de fútbol", argumenta entre risas la creadora de un dibujo que ha dado varias veces la vuelta al mundo.

"No me esperaba que pudiésemos ganar, incluso en la agencia se extrañaron cuando vieron mi idea. De hecho, me di el gusto de presentar al concurso lo que yo quise, de ir contra el tópico español que era el toro o el torero. Quería romper estereotipos, en contra de lo establecido". El concepto que ella mismo se trazó para su creación buscaba precisamente lo que se desprende del resultado final. "La naranja representa mucho fuera de España. Además de su colorido cálido, está relacionado con la luz de nuestro país y el caracter abierto que no identifica", explica, tres décadas y media después de revolucionar el concepto de mascota en nuestra país.

Y es que la incidencia que Narantivo tuyo, y que aún conserva, en el idario nacional, fue espectacular. "Yo era una veinteañera, y creo que no me dí cuenta de la trascendencia que tuvo". El comité organizador entregó un millón de pesetas a la agencia ganadora, que a su vez, obsequió con una gratificación a los dos creadores. "Los derechos era del comité organizador del Mundial, y los vendió a una empresa británica, West Nelly, por 1.300 millones de pesetas. Al mes, esta empresa ya había amortizado la mascota ganándole más de 4.000 millones". Naranjito, un sevillano muy rentable. "A los tres años de dibujarlo hice un viaje a París, y subí a la Torre Eifel. Y allí, en lo alto de esa torre tan importante me encontré con una tienda de souvenirs totalmente repleta de artículos dedicados a la mascota. Sentí un gran orgullo".

Ajena al revuelo y fiel a su personalidad modesta y desenfadada, Lola continuó con su trayectoria profesional, sin ser especial protagonista de un hecho como fue crear a esta mascota del por entonces gran acontecimiento nacional. Siguió como diseñadora gráfica para otras entidades importantes y luego, tras estudiar la carrera de Bellas Artes como docente, disciplina en la que lleva más de dos décadas. "En los colegios que he estado nunca he dicho que yo dibujara a Naranjito". Hasta que ha llegado a Villamanrique, y los compañeros han desvelado el secreto. "Fue un momento muy curioso, lo desveló en la comida de Navidad y sorprendió a todo el claustro de profesores", explica Antonio Acosta, joven Director de este Centro de apenas 170 alumnos que hace un par de años fue condecorado por la Consejería de Educación con el premio al Mérito Educativo. Acosta, a sus 33 años, es reflejo de la incidencia que Naranjito tuvo para los niños de los ochenta, "es un símbolo, muy alegre, me provoca ternura", expresa al tiempo que se congratula de tener entre su profesorado a una profesionalcon este bagaje, que pueda "fomentar una visión creativa en el alumnado". Precisamente ha sido esa generación, la de los treintañeros del nuevo milenio los que han recuperado el espíritu de Naranjito, "en aquella época fue el Bob Esponja de los niños", aduce quien, de su intelecto y lápiz, dio vida al protagonista de la historia. Sirva esta página para reconocer la creación de una sevillana hoy día profesora y habitante, de un pueblo de nuestra provincia.

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