No es un Belén viviente cualquiera. Lo pueden decir los más de 10.000 visitantes que acudieron el año pasado a Alcalá del Río a la representación del Nacimiento de Jesús que la Hermandad de la Soledad organiza por estas fechas. Quien lo haya visto, lo sabe. El mimo con el que todo se prepara, la implicación de los hermanos en la puesta en escena y el ambiente que se recrea son motivos más que suficientes para desplazarse hasta esta localidad ribereña y comprobar cómo por las antiguas calles de Ilipa Magna vuelven a recobrar vida romanos y hebreos.

Fue hace nueve años cuando esta idea tomó forma. Tal es el éxito cosechado durante este tiempo que se ha convertido en referencia de la Navidad en la provincia de Sevilla. Durante meses casi medio millar de personas se preparan para la escenificación de la venida al mundo de Jesucristo. Sucedió en Belén, como así se denomina esta iniciativa, supone un recorrido por las entrañas de la historia. Tanto la narrativa, como la patrimonial. Pues a la vez que el visitante contempla las distintas escenas desde la Anunciación al Nacimiento, discurre por la Alcazaba alcalareña, la zona más alta y antigua de dicha localidad, desde donde se divisan hermosas vistas de la Vega sevillana. Se trata de un enclave -defensivo desde la época romana- de calles estrechas y sinuosas que parten de la Plaza Mariana de Pineda (donde se venden las entradas) y llegan a la parroquia y la Plaza del Calvario, donde -valga la paradoja- se encuentra el pesebre que acoge el Nacimiento con Jesús, María y San José.

Todos los figurantes son personas de distinta edad. Familias enteras y grupos de amigos. Fraternidad soleana a la intemperie (aquí poco importa el frío) en un continuo decorado al aire libre que recrea casas, talleres, tiendas, escuelas y establos judíos con numerosos animales y enseres de labranza antiguos. A ellos se une el Palacio de Herodes y una conseguida guardia romana con sus ceremoniosos relevos. Es de destacar también el grupo de mujeres soleanas que protagonizan cánticos y bailes hebreos en la cuesta que lleva hasta la entrada principal de la parroquia.

Debido al éxito cosechado años anteriores, esta novena edición cuenta con una jornada más de representación. Sucedió en Belén se mantendrá del 5 al 7 de diciembre, con 96 pases de mañana y tarde. Las entradas se pueden comprar por anticipado hasta el día 1 en la casa de hermandad (Plaza de San Gregorio) o hacerlo los mismos días de la escenificación en la Plaza María de Pineda. El precio es de tres euros por persona y de uno para niños (hasta 10 años). La entrada incluye la visita (en horas determinadas) a la casa de hermandad, donde hace años se encontró un valioso mosaico romano del siglo III. Una oferta, por tanto, más que aconsejable para ver cómo Dios nace entre pañales morados, el color de los soleanos ilipenses.