Los préstamos a coste cero acaparan casi el 40% del presupuesto para 2016

El presupuesto de la Diputación de Sevilla ascenderá en 2016 a 416,8 millones de euros, incluidas sociedades y organismos autónomos, con un aumento del 2,58% con respecto a 2015. Pero el incremento lo acaparan de nuevo los fondos que, como si de un banco de tratara, presta a los municipios a coste cero, para darles liquidez. Sin ellos -y sin otros gastos financieros, como lo que se paga a los bancos por sus créditos, lo que traspasa al Opaef o lo que prevé para adelantos al personal- el presupuesto se queda en 263 millones, un 0,62% más que en 2015. Es decir, la alternativa que ideó el equipo del presidente, Fernando Rodríguez Villalobos, en 2014 para evitar que el dinero que no se puede gastar quede inmovilizado en bancos gana peso en las cuentas de la Diputación y supone ya casi el 37% del total, más que el capítulo de personal, por ejemplo, que no llega al 29%.

Así se recoge en el presupuesto que se debatirá el 26 de noviembre, que se entregó ayer a la oposición y que está marcado de nuevo por las férreas reglas que ha establecido Madrid para evitar que los entes locales generen más déficit: estabilidad presupuestaria, regla de gasto, deuda pública, perímetro de consolidación. Son las que hacen que, cuando más dinero tiene ahorrado la Diputación, menos pueda gastar, y se haya cambiado la forma de presupuestar para ponerlo en circulación de alguna forma. Este año desaparecerá incluso el que ha sido uno de los programas troncales en las cuentas de la Diputación: el plan provincial de inversiones, al que los ayuntamientos acudían para adecuar su infraestructura local básica -vía pública, saneamiento y abastecimiento, alumbrado público o parques, entre otros-. El gobierno de Villalobos dice que no puede mantenerlo, ni siquiera ya de forma bienal, porque el Estado deja de aportar fondos y que las necesidades están cubiertas con el PER y planes de inversión también de carácter extraordinario, como el Supera -los que el Ministerio le permite hacer con el superávit, que se repetirá con el de 2015, cuando se conozca en abril-. Pero estas inversiones del Supera están muy limitadas y no se permite gastar, por ejemplo, en infraestructura deportiva, de ahí que en su presupuesto ordinario la Diputación sí que haya incluido un plan para cubrir necesidades básicas en ese sentido, para municipios que, por ejemplo, aún carecen de campos de fútbol con césped artificial o piscina de verano. Aun así, Villalobos aseguró que con el PER y las partidas para los nuevos parques de bomberos de Lebrija y Osuna, hay un 5,7% más para inversiones que en 2015.

Entre las cuestiones llamativas está además que en el capítulo de Personal se incluyan 600.000 euros para iniciar la redacción y negociación de una Oferta Pública de Empleo (OPE) que, en el mejor de los supuestos, no saldrá hasta 2017 pero que es "objetivo del mandato". Muchas veces, desde los 90, se han anunciado oposiciones sin que se lleven a efecto. Tras unos años de restricciones por la crisis, el Estado permite una tasa de reposición del 50% en el personal de las administraciones y en la Diputación hay muchas jubilaciones. Según la RPT, estarían vacantes casi 600 puestos, entre personal laboral y funcionario, y Villalobos quiere aprovechar para adaptar los puestos a las nuevas necesidades. En Personal también se prevé un aumento del 1% de salarios y las cantidades para abonar la mitad de la paga extra que se anuló en 2012. Con las sociedades y el personal de las zonas de trabajo social, el capítulo suma casi 119 millones, un 0,53% más que este año. Supone el 28,54% del total, lejos de los topes de más del 40% que han puesto en aprieto a los ayuntamientos.

Como novedad, en las cuentas también se aumenta hasta 8,1 millones el fondo de "contingencia" para poder concurrir y cofinanciar programas europeos, en el nuevo marco de ayudas.