"Para venir aquí, hay que quitarse el reloj y apagar el teléfono móvil"

-¿Cómo definiría brevemente a su localidad?

-Estamos enclavados en plena naturaleza y nuestra principal riqueza es el entorno del que disfrutamos, aunque tenemos un aislamiento debido a las malas comunicaciones. Nuestro potencial se basa, sobre todo, en la industria agroalimentaria y el turismo rural. De hecho, mucha gente nos dice que no tenemos nada que envidiar a paisajes de Galicia o Asturias. Aquí, un niño de la capital puede ver de cerca a un ciervo o a un jabalí, pero no se va con ganas de volver por culpa de la carretera. Eso sí, tenemos agua de ribera y senderos magníficos, como los carriles de Las Navas o San Calixto, donde hay cotos de caza mayor y se hacen monterías.

-¿Cuál ha sido el mayor cambio sufrido en los últimos años?

-La evolución cuesta mucho, porque la gente joven cada vez está más formada y deja el pueblo para ir a buscarse la vida fuera. Tenemos 120.000 cerdos de montanera en la Sierra Norte, pero la transformación se hace en Guijulo y en Jabugo. Aún así, existe una bolsa de empleo en el ayuntamiento y ya hemos dado trabajo a 125 personas (el pueblo tiene actualmente unos 1.300 habitantes), para lo cual tuvimos que suprimir la Feria de la Cinegética y el Ecoturismo.

-¿Cómo se está adaptando el municipio a las nuevas tecnologías de la información?

-La verdad es que tenemos una gran necesidad de comunicación. Por eso, hemos puesto wifi en el centro Guadalinfo, en la plaza del pueblo y en el ayuntamiento. Además, tenemos en marcha varios programas para la gente joven y la gente mayor con el fin de que aprendan a usar las nuevas tecnologías: acceso a internet, hacer currículos, firma digital... y todos los servicios electrónicos.

-¿Cuál es el motor económico y social de su pueblo?

-La agricultura, la ganadería y la industria agroalimentaria. De hecho, la fábrica de Manuel Salado Ríos es la más importante, seguida de una cooperativa de transformación de aceite de oliva. Además, aquí se saca el corcho, pero se transforma en Portugal.

-¿Cuál es el reto de Las Navas a corto y medio plazo?

-El reto principal son las comunicaciones, es decir el arreglo de la carretera de Las Navas a Constantina, ya que son 365 curvas en 22 kilómetros y muchas de ellas son innecesarias. La remodelación de esa vía nos llevaría a un importante desarrollo del turismo rural y a la apertura de nuevos restaurantes, además de mano de obra, para que los jóvenes no se fueran y se instalaran aquí para vivir y para trabajar. Por otro lado, necesitamos que todas las instituciones apuesten firmemente por la carne de caza y por el cerdo ibérico.

-Hay que venir a Las Navas de la Concepción por...

-A Las Navas no se puede venir con prisas, sino relajado. Así que hay que quitarse el reloj, apagar el teléfono móvil y perder el miedo a las curvas. Siempre hemos tenido fama por nuestros jamones y nuestro chorizo, por lo que invito a todo el mundo a que venga a nuestro pueblo a disfrutar de senderos preciosos y de una gastronomía espectacular. Curiosamente, vienen muchos motoristas a comer los fines de semana porque a ellos sí les gusta la carretera.