El Betis se halla inmerso en una dinámica perderora. Aunque su propuesta y su salida a escena apuntan a un equipo con un patrón de juego definido, su fútbol carece de sustancia y eso se acaba traduciendo en errores en las áreas, la zona donde se deciden los encuentros.

La primera hora de juego de los verdiblancos fue decente. Asentado mejor en el campo que su oponente, un Valencia desnortado, el Betis dispuso de varias llegadas con peligro, sobre todo una de Fekir en el inicio del segundo tiempo, en la que el remate con la zurda del francés se marchó fuera tras golpear en el larguero. Incluso el VAR había aparecido en escena poco antes, al escamotear un claro agarrón de Wass sobre Borja Iglesias, por más que existiera cierto forcejeo en el inicio de la jugada.

La pizarra del Betis

Pero al Betis le falta mordiente en el ataque y tampoco es capaz de gobernar los partidos desde la solidez. En cuanto Celades reforzó su zona central, pasando a un 4-1-4-1 con Carlos Soler metido por dentro para ayudar a Parejo y Kondogbia, el Valencia volteó el duelo y encontró el gol en una acción peleada y culminada por Gameiro.

Ahí se desmoronó el cuadro verdiblanco, que buscó con los cambios acumular más gente de ataque, aunque el único delantero puro que estaba en el banquillo entró cuando faltaban ocho minutos. Y Loren encontró el gol ya en la prolongación, en una tardía reacción bética que ya había encajado el segundo tanto en un remate de Parejo.

Defensa

Con la novedad de Sidnei por el sancionado Bartra y con Édgar de nuevo como pivote, el Betis fue un equipo ordenado hasta que encajó el gol de Gameiro. El central hispano-brasileño no notó la inactividad y también agradeció que tanto Emerson como Álex Moreno se mostraron más aplicados en defensa que en anteriores encuentros.

Mandi se lamenta tras un gol del Valencia.

Tras encajar el gol, donde quizá sí existió pasividad de la zaga y del propio Sidnei, el Betis fue dejando más espacios al acumular gente ofensiva, lo que le creó problemas con los contragolpes del equipo local.

Ataque

El Betis monopolizó el balón durante una hora de juego. Édgar se metía entre los centrales para iniciar el juego y Canales se retrasaba para lanzarlo. Además, tanto Joaquín como sobre todo Fekir ayudaban en esa labor creativa. De hecho el francés dispuso de la mejor ocasión bética, tras una excelente jugada iniciada por Sidnei, continuada por Joaquín y con Canales dando el último pase a la llegada de Fekir, que estrelló su remate en el larguero.

Tras encajar el 1-0, Rubi reaccionó con un doble cambio metiendo a Tello y Aleñá en el campo. El extremo sí realizó algún desborde, pero el medio careció de presencia en el juego. La postrera entrada de Loren, cuando sólo faltaban ocho minutos, añadió pegada, aunque el gol llegase ya cuando casi no había tiempo.

Virtudes

La puesta en escena, dominando el balón en campo rival.

Talón de Aquiles

Sin mordiente para finalizar y feble atrás es imposible ganar.