A los problemas defensivos, que han convertido al Betis en el segundo equipo más goleado de Primera, se une también la sequía de sus delanteros. Con Sanabria convaleciente, todos los focos se centran en Sergio León, quien viene realizando un trabajo extra para intentar romper su mala racha ante el gol.

El palmeño anotó sus últimas dianas en la ida copera ante el Cádiz, el pasado 24 de octubre, cuando anotó un doblete. En la Liga, incluso hay que remontarse más lejos en el tiempo, hasta el 1 de octubre, cuando marcó en Anoeta el 3-4 de un partido que finalizaría en igualada. Sergio León ha disputado como titular las cuatro últimas jornadas ligueras, pero en ninguna anotó, pese a que sí disfrutó de ocasiones -una clara ante el Getafe que detuvo Guaita y dos ante el Eibar, que el atacante bético remató con desacierto-.

La estadística también apunta ese descenso en la eficacia bética como uno de los motivos de su bajo rendimiento. Según @FutbolAvanzado, los de Setién necesitaron 5,29 disparos a puerta por gol en las siete primeras jornadas, mientras que en las siguientes los verdiblancos han aumentado a 8,10 tiros por cada tanto. Los motivos son múltiples -menor elaboración, menos posesión, más pases fallados...-, pero los registros dejan claro ese menor acierto.