Vuelta a la realidad de su Liga
El otro partido
La cuarta derrota de la temporada en Heliópolis coloca al Betis mirando otra vez hacia atrás · Los rivales directos por la permanencia, una asignatura pendiente.
Se las prometía felices el Betis después de un final de primera vuelta que lo colocó en una posición desahogada en la clasificación, a la misma distancia de la zona europea que del descenso, pero la realidad de la Liga le llegó de sopetón tras su derrota ante el Granada. Como ya demostrase durante su irregular primer tramo del campeonato, donde a la racha positiva le siguió otra incluso más negativa, el cuadro verdiblanco no transita sobrado por la Liga y en cuanto minimiza sus virtudes, cualquier equipo lo convierte en vulgar.
Y es que al Betis no es el primer rival directo que se le atraganta en Heliópolis. Las cuatro derrotas que ha sufrido como local han mantenido esa constante, con Levante, Rayo Vallecano, Real Sociedad y Granada llevándose los tres puntos y enmudeciendo a la grada bética. Únicamente Zaragoza, Sporting -los dos últimos clasificados del campeonato- y Mallorca cayeron derrotados en el Benito Villamarín, a lo que se añade la heroica victoria ante el Valencia, precisamente la que salvó a Pepe Mel de un desenlace negativo.
Los rivales directos por la permanencia se convierten en la asignatura pendiente del equipo verdiblanco, que se complica de esa forma su andadura por la Primera, precisamente por esa debilidad ante los iguales. De los ocho equipos que ahora mismo pugnan por la zona baja, sólo Racing y Villarreal faltan por visitar Heliópolis y ante ambos perdió el Betis en la primera vuelta, con sendos 1-0. Tras unas semanas de euforia, el equipo de Mel se vuelve a cruzar con su realidad, ésa que le indica que deberá pelear por la permanencia hasta el último segundo.
"No nos podemos permitir la imagen del primer tiempo", comentó Jonathan Pereira nada más terminar el encuentro. Y es que el Betis realizó los peores minutos del campeonato en Heliópolis, con un centro del campo desdibujado y a merced de las acometidas nazaríes. El regreso de Salva Sevilla, con la asimetría que se genera al abandonar una banda, no encontró el fruto deseado sino que facilitó tanto el dominio de Mikel Rico, Yebda y Martins en el centro, como la avalancha de Nyom y Franco Jara por el costado derecho, donde se acabarían generando los dos goles visitantes.
El Betis, ese Betis capaz de ganarle al Valencia o al Atlético y de tutear al Barcelona en el Camp Nou, acabó desnudado por ese nuevo Granada de Abel Resino y Juan Sabas, que ofreció una imagen radicalmente distinta a la de sus últimos encuentros. No atinó Pepe Mel con el planteamiento inicial ni luego fue suficiente el arreón de dignidad que lideraron Pozuelo o Jorge Molina, precisamente los dos que dispusieron de las mejores ocasiones para acortar distancias en el marcado, antes de que llegase el gol de Jonathan Pereira.
La primera vuelta ya debió servir como enseñanza de lo que le espera al Betis hasta el final del campeonato, por más que la euforia de tres resultados consecutivos cubriera las carencias que sí tiene el equipo. Y si alguien no vio claro que la permanencia se lucha en cada partido, el Granada lo devolvió a la realidad de su Liga.
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