Con nueve puntos de ventaja sobre la zona de descenso, el debate en el Betis se centra en la figura del entrenador, un Víctor Sánchez del Amo que cuenta con el respaldo de los dirigentes, pero cuyos números son paupérrimos y apenas mejoran lo realizado por Gustavo Poyet antes de su destitución. El maratón de partidos de las dos últimas semanas, con cinco encuentros tras recuperar el aplazado ante el Deportivo, ha dejado al Betis únicamente con cuatro puntos más en el casillero, lo que sirve para mantenerse alejado de los tres últimos clasificados pero sin aspirar a un salto en la clasificación.

"El Betis necesita estabilidad, el equipo necesita tiempo y trabajo. Ahí tenemos a Víctor, que estamos muy contentos con él. Está trabajando muy bien", manifestó el vicepresidente, José Miguel López Catalán, tras el partido ante el Real Madrid, con unas declaraciones públicas que reafirman lo que venían comentando en privado los dirigentes béticos sobre el entrenador y la posible continuidad de éste en el proyecto del próximo año.

La visita de Osasuna debe servir para volver a ganar y llegar con más calma al parón

La visión del consejo choca frontalmente con la realidad. El efecto que se produjo con la llegada de Víctor queda lejos de los resultados que acumula el Betis en el último tramo de la competición. En los once encuentros disputados en 2017, en el que los verdiblancos además no tuvieron que jugar en la Copa del Rey al quedar eliminados en los dieciseisavos de final también con Víctor en el banquillo, el Betis acumula diez puntos. Dos triunfos ante el Leganés, en el primer partido del año, y en La Rosaleda ante el Málaga; cuatro empates contra Sporting, Barcelona y Valencia en el Benito Villamarín y el cosechado en Riazor ante el Dépor; y cinco derrotas frente Atlético, Granada, Sevilla, Real Sociedad y Real Madrid han dejado a los verdiblancos en esa tierra de nadie que vienen ocupando durante toda la temporada.

Atendiendo a los números completos de Víctor en el Betis tampoco encuentra respaldo el trabajo del entrenador. 17 puntos en las 16 jornadas dirigidas por el técnico madrileño representan un pobre rendimiento, e incluso si sólo se contabilizaran sus encuentros, el cuadro verdiblanco se encontraría a siete puntos de la décima posición, ese objetivo mínimo marcado por la entidad para al menos intentar igualar la posición lograda la pasada temporada. Incluso el preparador bético ha podido contar con dos refuerzos añadidos tras los fichajes de Rubén Pardo y Tosca en el mercado invernal, con los que trató de mejorar el rendimiento de ese 5-3-2 con el que ha actuado habitualmente.

Los seis puntos de 30 posibles que acumula el Betis en los diez últimos encuentros incluso hubieran puesto al borde de la destitución a cualquier técnico en una temporada normal, pero la escasa puntuación de los tres últimos clasificados ha eliminado esa posible tensión por el descenso. La visita de Osasuna este sábado se apunta como la mejor ocasión para volver a ganar y que Víctor respire antes de una nueva pausa por las selecciones.