Cáncer

Esta reacción a un sorbo de cerveza puede manifestar un tipo concreto de cáncer

Esta reacción a un sorbo de cerveza puede manifestar un  tipo concreto de cáncer

Esta reacción a un sorbo de cerveza puede manifestar un tipo concreto de cáncer

La ingesta de alcohol desencadena una serie de síntomas que por todos son conocidos. Y que su consumo excesivo puede desencadenar otras enfermedades y problemas para la salud, también. Y aunque sus efectos nocivos han sido destacados por muchas organizaciones en los últimos años, este continúa muy presente en la sociedad. Lo que no sabíamos hasta ahora es que los médicos habían descubierto un síntoma menos frecuente, relacionado precismante con la ingesta de alcohol, que podría aumentar los diagnósticos de un tipo concreto de cáncer: el linfoma de Hodgkin.

Se trata de un cáncer del sistema linfático y es más frecuente en pacientes jóvenes -de entre 20 y 40 años- o en pacientes más mayores -a partir de los 55 años-.  Es un cáncer en la sangre cuyos síntomas incluyen un bulto en el cuello, axila o ingles, es decir, en los ganglios linfáticos. Otros síntomas son sensación de cansancio, pérdida de peso, sudoración por la noche o picazón constante. Por suerte, los afectados tienen un alto porcentaje de supervivencia.

Pues bien, algunos pacientes con este tipo de linfoma sienten dolor después de tomar bebidas alcohólicas. Hay alrededor de 60 tipos diferentes de linfomas, que se agrupan en general en linfomas de Hodgkin y no Hodgkin. Los síntomas relacionados con el alcohol se observan en personas con linfoma de Hodgkin.

El doctor Graham Collins, hematólogo consultor de la Fundación NHS de los Hospitales de la Universidad de Oxford, dice que los ganglios linfáticos están "repletos de células anormales" cuando hay cáncer. En este sentido, el dolor podría estar provocado a la relajación de los vasos sanguíneos tras la ingesta de alcohol. Una investigación de la Universidad de Harvard en Estados Unidos demostró que las mujeres sufren este síntoma de forma más elevada.

Asimismo, los autores del estudio también comentaron que incluso una pequeña dosis podía disparar este síntoma: ''El contenido de alcohol de un bombón relleno de licor o, incluso, un sorbito de cerveza han dado lugar a este dolor. Comienza de manera inmediata, pero las descripciones sobre cómo este dolor y su intensidad varían entre los pacientes. Algunos, de hecho, han tenido que dejar el alcohol de manera forzosa debido a este desagradable efecto''

MOLESTIAS DE 'LEVES' A 'PUNZANTES'

En este contexto, el rango de dolor es variable. Eso sí, suele ser inmediato. Muchos de los pacientes que lo han padecido coinciden en que las descripciones del dolor varían de 'doloroso' a 'punzante', y la intensidad varía de leve a insoportable, lo que obliga a algunos pacientes a dejar el alcohol por completo.

En  otros casos, los pacientes relacionaban este tipo de dolor con otras afecciones y se automedicaban para paliar sus efectos que, en la mayoría de ocasiones, no remitían. De hecho, en el mismo artículo del The New York Post  en el que se contempla esta investigación, se expone el caso de un hombre de 31 años que había estado tres meses tomando ibuprofeno cuando bebía alcohol para mitigar el dolor que sentía. Cuando finalmente fue atendido en Nashville (Estados Unidos), los médicos confirmaron que se trataba de un linfoma de Hodgkin.

 La OMS calcula que el consumo nocivo de alcohol provoca nada menos que 3 millones de muertes al año en el mundo. "De todas las muertes atribuibles al alcohol, el 28% se debieron a lesiones [...], el 21% a trastornos digestivos, el 19% a enfermedades cardiovasculares, y el resto a enfermedades infecciosas, cánceres, trastornos mentales y otras afecciones", exponen. Además, su consumo causa el 5% de casos de cáncer. 

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