Cerca de Dios, lejos de Virginia
estación musical de penitencia·Rodrigo de Zayas, hermano número 2.943 del Gran Poder, ha donado a la hermandad un órgano castellano del siglo XVIII ·Se hizo hermano por el torero Manolo Vázquez, un nexo con los ancestros que se fueron de Écija a México ·Lo instalaron en su casa unos organeros de Bilbao. El último que lo interpretó fue el organista y vulcanólogo Francis Chapelet
GRACIAS al Gran Poder y a la obstinación de su madre por ser española, Rodrigo de Zayas le dio la vuelta a la maldición mexicana: tan lejos de Dios, tan cerca de los Estados Unidos. Leyenda que conocía muy bien su padre, Marius de Zayas, nacido en Veracruz, hijo de patrias y exilios superpuestos. Rodrigo ahora está muy cerca de Dios, hermano 2.943 del Gran Poder, y lejos de los Estados Unidos, el país natal de su madre, virginiana de cuna. Virginia Randolph Harrison.
Rodrigo de Zayas está ordenando los papeles familiares. Los de su padre. Los de su madre y los de su abuelo materno, Francis Boston Harrison, el gobernador general de las Filipinas que preparó la independencia de la isla. Junto a estas historias domésticas, en su casa hay otro asunto del pasado lleno de actualidad: la reciente restauración de la basílica del Gran Poder propiciará que sobre la puerta principal se habilite el espacio para un órgano de mediados del siglo XVIII que Rodrigo de Zayas donará a su hermandad "sin paliativos ni restricciones".
"Mi amigo el prior del monasterio de Silos me llama un día y me dice que se había producido un incendio devastador en el monasterio burgalés de Villena", cuenta Rodrigo de Zayas. "Las monjitas estaban vendiéndolo todo. La sala capitular y el claustro fueron para Marbella. Yo me quedé con el órgano".
José Enrique Ayarra, titular del órgano de la Catedral, certificó que se trata del único órgano castellano de toda Andalucía. En 1975, metido en cajas, unos organeros de Bilbao lo instalaron en el domicilio familiar de Rodrigo de Zayas y Anne-Perret, una francesa muy sevillana a la que conoció durante el festival de ópera que centrado en la figura de Mozart se celebraba en Aix-en-Provence.
Este musicólogo, historiador y escritor que se hizo hermano del Gran Poder por mediación de su amigo el torero Manolo Vázquez llegó por primera vez a Sevilla en 1954 para dar clases de guitarra flamenca con Manolo de Huelva, que acompañara a figuras de la talla de la Niña de los Peines. "En mi caso no era una conversión, sino un retorno".
Los Zayas llegaron a Écija en el siglo XVI. Su bisabuelo se instaló en Cuba y su abuelo en México. Ambos estuvieron vinculados con el mundo de los periódicos. "Mi padre era dibujante y fue caricaturista en los periódicos fundados por su abuelo que dirigió su padre". Les encantaría contar la crónica de esta historia íntima de su respectivo bisnieto y nieto.
Francis Chapelet, organista y vulcanólogo francés, es el último intérprete que puso sus manos en este órgano que pasará a la titularidad del Gran Poder. Una prolongación sonora de la estación de penitencia de Rodrigo de Zayas. Su espalda, castigada por la desviación de columna del oficio de escribir, no aguantó el esfuerzo "de ir a paso lento desde la una de la madrugada hasta las ocho de la mañana". Una práctica mucho más dura que sus juveniles veleidades deportivas con la esgrima y la equitación.
"Ha sido una experiencia extremadamente intensa muy difícil de describir", recuerda de sus años de penitente activo. "Superadas tres cuartas partes del camino, entrabas en una especie de misticismo". Evoca lo que recuerda como "una representación auténtica del viacrucis". "Todos los años se repetía la escena. Junto al ábside de la catedral, unos energúmenos con caras de máscaras del Bosco nos lanzaban botes vacíos de Coca-cola. No podíamos mover la cabeza, no podíamos hablar ni por supuesto responder de ninguna manera. Se burlaban de nosotros y seguíamos en silencio. Me duele utilizar esa palabra, pero había cierta grandeza en esa actitud de los hermanos".
Hay una música procesional de los siglos XV y XVI, con el magisterio de Juan de Triana, fundador de la escuela sevillana, que habría que recuperar como se recuperan edificios o tallas de imaginería. "Para restaurarla, habría que interpretar esa música en procesiones, no en conciertos o grabaciones". El taller Ziryab que fundó con Perret grabó dos cedés en el convento de Santa Inés, que posee un órgano de incalculable valor. Grabaron ocho discos de la música sevillana del Siglo de Oro. "A Sevilla venían los músicos de toda España. Aquí estaban el dinero, los mecenas y la catedral de Sevilla, cabeza de dos virreinatos, los de Lima y México".
Ingresó como hermano el 26 de abril de 1988. No tropieza esa profesión de fe con su ideología. "Trotskysta y del Gran Poder", dicen de su doble militancia. "En el Gran Poder solamente soy un hermano y punto. No veo contradicción con el principio de justicia social que persigo, espero y deseo". En la hermandad no ve "un tipo particular, sino un compendio de toda la sociedad sevillana".
Le entregó al editor Manuel Pimentel cuatro novelas moriscas. Estudioso de las tropelías que generaron la expulsión de los moriscos, encuentra respaldo y bibliografía a su alegato sin salirse de los Evangelios. Su bisabuelo fue morisco simbólico que hizo las Américas que Rodrigo deshizo. Su padre, el mexicano de ascendencia andaluza, murió en Estados Unidos. Su madre, la norteamericana, murió en Sevilla poco antes de la Expo. Su hija Ana se ha licenciado en Filología en Roma. Irá al Gran Poder con su padre siguiendo la estela de la centuria de los armaos de la Macarena. El órgano llegará después a la basílica. Lo instalará el organero Manuel Luendo, padre de organista.
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