Una imagen que, no por resultar común y habitual, debe ser loable o romantizada. En estas últimas horas circularon por las redes sociales varias fotografías correspondientes al estado de la mano derecha de la Virgen de la Estrella, que ha permanecido en besamanos durante todo el fin de semana, como siempre en las fechas cercanas al domingo de Laetare. Al término del culto, se pudo comprobar cómo los restos de carmín de pintalabios habían quedado sellados en la mano de la imagen, deteriorando su estado y su policromía. 

🔹En la mañana de hoy, se ha procedido a la intervención de mantenimiento de las manos de María Santísima de la Estrella como es habitual cada año.Queremos transmitir el óptimo estado de conservación de las manos que no han sufrido daño alguno. [+]https://t.co/4OxOVD5hNL pic.twitter.com/nYWX78MpQO

— La Estrella (@hdadlaestrella) March 11, 2024

A este respecto, la corporación ha emitido un comunicado dirigido especialmente hacia sus hermanos indicando que se ha practicado una intervención de mantenimiento en ambas manos, como es habitual cada año. "El aspecto de la mano a besar tras la gran afluencia de fieles en este acto se ha visto potencialmente alterado por la falta de consideración de algunas personas (lápiz de labios, roces inadecuados, etc.)", explica la corporación. 

Y como prevenir es curar, dicha situación, según indica la hermandad, "se preveía, por lo que los conservadores de la Hermandad aplicaron este año, por primera vez, una protección previa al besamanos, gracias a la cual las tareas de conservación han sido leves, habiendo evitado la penetración del carmín en la policromía y los desgastes hasta el soporte de madera como podía observarse en años anteriores. Para tranquilidad de hermanos y fieles, transmitimos el óptimo estado de conservación de las manos que no han sufrido daño alguno, encontrándose actualmente en su estado habitual", señala Concepción Moreno, asesora artística de la corporación y conservadora de bienes culturales. 

El eterno debate

Una vez más se ha generado el debate en redes sociales sobre la idoneidad de la práctica del besamanos, aunque todo esto trasciende más allá de la cuestión. Es un caso de educación, de contexto, de sensibilidad y de respeto por el arte y por nuestras imágenes. Naturalmente pensamos que puede y debe mantenerse el gesto del beso hacia las imágenes, aunque ya hay hermandades que lo han suprimido definitivamente para mayor conservación de la imagen. O, en todo caso, animaban al fiel a que se limitara a besar las manos e incluso repartían toallitas o similares para secar el carmín de los lápices de labios. 

Las hermandades, progresiva y afortunadamente, asumen mayor concienciación patrimonial y la necesidad de preservar de manera periódica no solo las imágenes titulares, sino el resto de enseres textiles o de otra índole. Sí escapa de su control es la actitud de algunos fieles o devotos que, sin ningún tipo de reparo, estampan materiales dañinos en las policromías o incluso tocan la imagen más de lo apropiado, sin minusvalorar la devoción, que puede expresarse de infinitas formas. Es una tarea de todos mantener el más óptimo de los estados para con nuestras imágenes, y así favorecer siempre su cercanía. Un gesto, un leve roce, es más que suficiente.